Supervisión policial externa, ¡ya!

En 2024, operativos de las fuerzas del orden dejaron víctimas en México: menores, migrantes y denuncias de abuso marcaron Nuevo Laredo, Baja California y Vallarta



Daniel Hernández Aldaco

Los últimos meses del 2024 registraron varios incidentes en el complejo sector de la inseguridad —tristemente causados por las fuerzas del orden. En octubre, un operativo en Nuevo Laredo resultó en la muerte de una niña y una enfermera; en noviembre, dos migrantes colombianos murieron en Baja California durante un operativo militar; y en diciembre, en Puerto Vallarta, se denunció un presunto abuso de autoridad por parte de la Guardia Nacional.

Quiero iniciar 2025 re-proponiendo una urgencia clara: México necesita oficina(s) independiente(s) de supervisión policial externa. Oficinas administrativamente separadas de las policías, es decir, autónomas y con poder vinculante para realizar revisiones externas a nivel municipal y estatal. Sin estos mecanismos, seguiremos expuestos a incidentes así.La falta de rendición de cuentas en México perpetúa problemas graves. 

En números, según la última ENVIPE de septiembre 2024, la ciudadanía confía mucho más en la Marina (89.3%) y el Ejército (86.7%) que en las policías de tránsito (48.5%), las preventivas municipales (58.3%) y las estatales (61.5%). Esta situación no es exclusiva de México. 

No obstante, existen esfuerzos en la región que ilusionan. En Colombia, la Policía Nacional implementa anualmente la Estrategia de Rendición de Cuentas, integrada en su Plan Anticorrupción y de Atención al Ciudadano, en cumplimiento de la Ley 1474 de 2011. Esta estrategia promueve la transparencia a través de audiencias públicas donde se presentan resultados operativos y administrativos, diálogos participativos con comunidades y organizaciones sociales, y la publicación de informes a la ciudadanía. 

En términos de percepción pública, según la Universidad de Vanderbilt, la confianza en la policía colombiana cayó del 50.2% al 33.9% entre 2011 y 2021. Sin embargo, recientes encuestas ubican la confianza en un 58.3%, un posible reflejo del impacto positivo de las actividades de la estrategia.

El modelo colombiano tiene buenos objetivos, pero podría criticarse que carece de autonomía organizacional al ser parte de la misma policía, y, por ende, está expuesto a conflictos de interés. Asimismo, parece carecer de dientes para tomar medidas vinculantes. Otras críticas exponen que se implementa más en zonas urbanas que rurales, donde las necesidades pueden ser más apremiantes.

De cualquier modo, México puede aprender de Colombia y otros países. De hecho, recientemente se han implementado esfuerzos como “Cero Corrupción” en Chiapas, en diciembre de 2024, y la “Operación Enjambre” en el Estado de México. Aunque esta última tuvo como objetivo primario combatir la colusión entre policías y grupos delictivos, ambos esfuerzos contienen elementos que buscan revisar el trabajo de las autoridades del orden.

Analista en temas de rendición de cuentas policial y en justicia étnico-racial. Es maestro en políticas públicas por la Universidad de Harvard.

 @danihaldaco