Difícil de entender las formas de afrontar los entuertos de la psique desde las nuevas tecnologías. Mas espinoso aun cuando la pandemia revelo la urgente necesidad de la población mundial mostro la urgencia de atender la salud mental. La pandemia puso al descubierto un secreto a voces, la psique tiene una crisis sistémica. Hablamos de una necesidad latente de larga temporalidad. La ansiedad y la depresión son por mencionar los daños menores de nuestro cotidiano amanecer social. No es anecdótico lo que pasa es un llamado profundo a los diversos expertos que estudian la mente humana a responder con ética y eficacia. La población mundial hace un grito de auxilio ante los dolores psíquicos de nuestro sistema. Un grito que debe ser atendido. El camino de la atención de la salud mental siempre ha vivido en el subsuelo de la vergüenza y la desesperación. Ahora que se muestra es fundamental hacer acuse de recibo y mostrar soluciones.
El Informe Mundial sobre Salud Mental de la OMS subraya la necesidad urgente de abordar la salud mental a nivel global, según los objetivos del Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2030 que parte de la premisa de que “no hay salud sin salud mental”. A pesar de la creciente carga de trastornos mentales, como el aumento anual del 25% en casos de depresión y ansiedad, las respuestas siguen siendo insuficientes. Además, persisten la estigmatización, discriminación y violación de los derechos humanos de las personas con trastornos mentales. Las personas más pobres y desfavorecidas, con menos acceso a servicios adecuados, son las más vulnerables a sufrir problemas de salud mental, lo que agrava la crisis global en este ámbito.
El concepto de Telepsique que aquí se propone busca ampliar el enfoque de la Telepsicología, tradicionalmente centrado en la psicología clínica, para incluir todas las terapias respaldadas académicamente que utilizan tecnología en el tratamiento de la salud mental. A diferencia de la psicoterapia convencional, Telepsique abarca una variedad de métodos y disciplinas que emplean herramientas digitales y plataformas tecnológicas para mejorar la accesibilidad y eficacia del tratamiento. Este enfoque integral y flexible promueve una atención más global y basada en evidencia científica y cultural.
En la era digital, Telepsique se presenta como una de las propuestas más innovadoras en salud mental, utilizando tecnologías como videollamadas y aplicaciones móviles para hacer los servicios de psicoterapia y otros tratamientos más accesibles, especialmente para personas en áreas rurales o con limitaciones físicas. Sin embargo, es importante ser cautos y asegurar que se atienda adecuadamente a las poblaciones más vulnerables. Esta trazada la ruta, pero aun no hay el camino.
Valdría la pena revisar la transferencia en el contexto digital, ya que la transición de la terapia presencial a las plataformas en línea introduce nuevos matices en la relación entre el analista y el analizante. En el modelo tradicional, la transferencia se manifiesta a través de la interacción cara a cara, donde el espacio físico y el lenguaje no verbal juegan un papel crucial en el establecimiento de vínculos emocionales y en la proyección de experiencias pasadas. La telepsique, se plantea que la comunicación se lleve a cabo a través de pantallas, la transferencia puede adoptar nuevas formas, tal vez más centradas en la palabra y en las interacciones mediadas tecnológicamente. El distanciamiento físico y la falta de señales no verbales pueden afectar la transferencia, pero también pueden brindar oportunidades para explorar cómo los pacientes proyectan sus sentimientos y deseos en un espacio virtual.
El modelo ofrece una serie de ventajas que apuntan a democratizar el acceso a la atención psíquica, algo que es particularmente importante dado el aumento de la prevalencia de trastornos como la depresión y la ansiedad en la sociedad moderna. La flexibilidad de las consultas en línea permite que las personas reciban atención sin la necesidad de desplazarse, lo que facilita la integración de la terapia en sus rutinas diarias. Esta forma de atención fue determinante durante la pandemia de COVID-19. El principal desafío que la telepsique es la regulación de los servicios. El caso de Marilyn Cote, quien fingió ser psiquiatra y ofreció tratamientos fraudulentos para la depresión y la ansiedad, muestra los riesgos de un entorno digital sin control. Cote prometía curas rápidas para trastornos complejos, sin evidencia científica, y operaba con cédulas falsas, recetando medicamentos controlados sin la formación adecuada, lo que ponía en grave peligro la salud de sus pacientes y sus familias.
A pesar de los riesgos que puede traer consigo la telepsique este modelo sigue siendo una herramienta valiosa y eficiente cuando es aplicada por profesionales debidamente capacitados y registrados. Para garantizar la calidad del proceso terapéutico, es fundamental que los pacientes se informen adecuadamente sobre las credenciales de los profesionales con los que están interactuando y que las plataformas operen bajo estrictas normas éticas y de privacidad teniendo como marco de acción la transparencia.