Oklahoma City Thunder ganó el primer título de su historia, pues aunque la franquicia se coronó en 1979 como Seattle SuperSonics, el logro se quedó en aquella ciudad. El hito requirió una dosis de suerte, pues los Indiana Pacers sufrieron el peor infortunio posible cuando su estrella Tyrese Haliburton se lesionó apenas en el primer cuarto, condicionando el séptimo y definitivo juego de las Finales 2025. Y en medio de esa despiadada trama, la NBA tiene un nuevo rey.
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OKC se impuso por 103-91 para poder acariciar el Trofeo Larry O’Brien, el primero desde que la franquicia, que se mudó a más de 3 mil kilómetros hace 17 años, cambió de sede. El Thunder arrasó con Indiana gracias a un imperial Shai Gilgeous-Alexander, quien firmó un doble-doble con 29 puntos, 12 asistencias y 4 rebotes, confirmando su condición como el MVP de la temporada y de las Finales.
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De esta manera, los Pacers han vuelto a quedarse con las manos vacías tal y como hace 25 años, cuando en el año 2000 perdieron sus primeras Finales ante Los Ángeles Lakers de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant. Ahora que se ha consumado su segundo gran descalabro, la maldición continúa para la quinteta de Indianápolis.
Sin imaginar el infortunio que estaban por vivir, los Pacers tuvieron un bestial comienzo de partido en Oklahoma, con Haliburton decidido a ascender al Olimpo del baloncesto con una épica actuación que silenciara a sus críticos. Con tres de cuatro tiros de tres en menos de cinco minutos, comenzaba a conseguirlo.
Pero apenas con 4:55 en el primer cuarto, Tyrese cayó lesionado, aparentemente del tendón de Aquiles, al encarar a Shai. El nacido en Oshkosh, Wisconsin, golpeó la cancha y gritó inconsolable. La superestrella de Indiana se marchó cojeando, cabizbajo y con el rostro cubierto por una toalla.
Haliburton ya se había lesionado en el Juego 5. Aunque regresó en el Juego 6 y ayudó a empatar la serie, finalmente se desplomó en el encuentro decisivo.
Los Pacers sacaron coraje y dieron batalla, pero OKC no se despegaría hasta que Shai Gilgeous-Alexander tomó el control. El canadiense brilló en el Paycom Center, moviendo la pelota con soltura y anotando con precisión. Indiana se aferraba a la esperanza de que Siakam tomara protagonismo.
La peor noticia llegó desde la gerencia de Indiana: “Tyrese Haliburton no regresará al partido”, confirmando lo temido.
Una tapa de Pascal Siakam a SGA y un triple de Bennedict Mathurin dieron esperanza a la afición amarilla que invadió la arena. Pero un foul y cuenta de Isaiah Hartenstein en el cierre del primer tiempo revivió a OKC.
El triple de Andrew Nembhard sobre la bocina mandó el partido al descanso con ventaja de 48-47 para Indiana. Sin embargo, al inicio del tercer cuarto, el Thunder se mostró invencible.
Una ráfaga de triples estiró la ventaja y Rick Carlisle pidió tiempo. El Thunder logró una diferencia de 13 puntos al final del tercer cuarto, y en el último período llegó a 16 puntos.
Los Pacers, abatidos y sin su estrella, entregaron el partido. Finalmente, el Thunder se coronó por primera vez en su nueva sede, tras aquella polémica mudanza. Larga vida al rey.
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FOTO: REUTERS 


