Tigres a la gran final tras eliminar a La Máquina

Tigres avanzó a la final con un gol de Juan Brunetta tras una genialidad de Gignac y con Nahuel Guzmán como héroe al atajar un penal clave a Gabriel Fernández



Tigres está en la gran final, y lo hizo sufriendo. El Estadio Universitario explotó cuando Juan Brunetta marcó el gol que terminó sellando el pase, luego de una jugada digna de un futbolista histórico: André-Pierre Gignac regaló un taconazo extraordinario que dejó al argentino solo frente al arco. Con frialdad, batió a Gudiño para poner a los felinos en la antesala del título.

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El inicio del partido fue un vendaval amarillo. Tigres buscó liquidar desde temprano y cercó a Cruz Azul, pero la claridad no aparecía hasta que Gignac inventó magia. Con el gol, el equipo tomó confianza, aunque Cruz Azul no quería irse del torneo sin pelear.

Larcamón ajustó, pero no alcanzó

La Máquina modificó su postura para el complemento. Nicolás Larcamón decidió mandar al campo temprano a Charly Rodríguez y a José Paradela en busca de mayor volumen ofensivo y mejor posesión. El cambio le dio movilidad al mediocampo y obligó a Tigres a replegar líneas.

Entonces apareció el de siempre: Nahuel Guzmán.

Nahuel detuvo el sueño azul

Al minuto 69, una acción revisada en el VAR se sancionó como penal para Cruz Azul. Gabriel “Toro” Fernández tomó el balón y definió a su estilo. Pero Nahuel adivinó, se recostó a su izquierda y detuvo el disparo que pudo cambiar la eliminatoria. El Estadio rugió: era una atajada para final.

A pesar de los intentos del cuadro celeste, Tigres manejó el cierre con inteligencia, posesión y orden defensivo.

Final dramático y mala noticia para La Máquina

En los últimos instantes, Ángel Correa conectó un disparo que Jesús Orozco Chiquete intentó desviar. El impacto provocó un movimiento forzado del tobillo del defensor, quien salió con evidente dolor. Cruz Azul teme que dicha lesión deje al jugador fuera de la Copa Intercontinental, donde enfrentarán al Flamengo.

La Máquina intentó cerrar dignamente y encontró el arco felino con el autogol Juan Purata, quien desvió la trayectoria del balón hacia la portería de Nahuel, sin embargo ya no hubo tiempo para encontrar el tanto deseado.

Ahora, Tigres sueña en grande otra vez. Con Gignac inspirando, Brunetta resolviendo y Nahuel defendiendo como héroe eterno, los felinos están donde querían: en la final del futbol mexicano ante Toluca.