Tlaxcala.— La Feria Cultural Taurina Tlaxcala 2025 cerró con saldo positivo y una notable respuesta del público, consolidándose como uno de los capítulos más concurridos y diversos de la Feria de Tlaxcala. Bajo la coordinación del Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino (ITDT), este año la programación taurina combinó tradición, divulgación, participación social y actividades que buscaron acercar a nuevos públicos a la Fiesta Brava.
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El matador José Luis Angelino Arriaga, director del Instituto, explicó que la edición 2025 apostó por una agenda más amplia y accesible. El programa incluyó tres conferencias magistrales, cinco tentaderos públicos didácticos —entre ellos la ya reconocida edición del Tentadero por la Mujer— y siete festivales taurinos que reunieron a más de 40 toreros, desde jóvenes promesas hasta matadores de trayectoria.
La asistencia superó los 10 mil espectadores, cifra que sorprendió incluso a organizadores y participantes. El flujo de visitantes generó movimiento económico en restaurantes, hoteles y comercios locales dentro y fuera de la feria, además de los empleos directos e indirectos asociados a la organización de cada evento: poco más de 400 empleos directos y cerca de 200 indirectos, de acuerdo con estimaciones del Instituto.
Uno de los factores que favoreció la participación fue que todas las actividades fueron gratuitas, lo cual permitió que familias completas se acercaran a los tentaderos, festivales y conferencias sin una barrera económica de por medio. En cada jornada se observaron niños, jóvenes, aficionados veteranos y curiosos que por primera vez asistían a una actividad taurina. Ese ambiente plural, señala Angelino Arriaga, fue uno de los rasgos más distintivos de la edición.
Además de los festejos y actividades didácticas, la feria sumó un toque artístico con la Pasarela Taurina “Al Toro con Arte y a la Moda”, organizada por la Asociación de Mujeres Ganaderas del Estado de Tlaxcala. El evento, que mezcla creatividad, diseño y elementos de la cultura taurina, volvió a atraer una gran cantidad de público y reforzó la idea de que la tauromaquia puede dialogar con expresiones contemporáneas.
Más allá de las cifras, la edición 2025 dejó entrever un fenómeno que desde hace algunos años se viene gestando en Tlaxcala: el interés por mantener viva una tradición que ha sido parte de su identidad social y cultural. Los tentaderos públicos, por ejemplo, se han convertido en espacios donde los asistentes observan de cerca el trabajo del campo bravo y el proceso formativo de los toreros, elementos muchas veces desconocidos por el público general.
Para el ITDT, la Feria Cultural Taurina no sólo funciona como escaparate, sino como un puente entre la población y una tradición que, pese a los debates que la rodean, continúa reuniendo a comunidades, generando actividad económica y consolidándose como un referente cultural del estado.

Foto: Cortesía 












