JOSÉ ANDRÉS DÍAZ

Foto: Mexsport

Al cierre de esta edición, las Chivas Rayadas del Guadalajara perdían su partido debut en la Leagues Cup por marcador de 2-0 ante el Cincinnati, en juego que tuvo que ser suspendido por tormenta eléctrica al minuto 59 en la segunda mitad.

El encuentro, disputado en el TQL Stadium de la ciudad de Cincinnati en Ohio, se vio interrumpido por la lluvia y relámpagos, por lo que se activó el protocolo establecido tanto por la organización del torneo como por las autoridades, ya que había serio riesgo para los presentes.

Por ello, los jugadores y cuerpo técnico de ambos equipos, así como la afición en el inmueble, fueron desalojados del campo y de las gradas respectivamente, ello con el objetivo de salvaguardar la integridad de todos las personas.

A medida que fue avanzando la suspensión, se cumplieron más de dos horas sin que la organización, los clubes y las autoridades tomaran una determinación sobre si el juego se iba a reanudar o reprogramar.

En cuanto al desarrollo del encuentro, el Rebaño tuvo ocho minutos de terror en su presentación ante el líder de la Major League Soccer, porque eso le bastó a la escuadra local para superarlo en el juego.

El verdugo de la escuadra rojiblanca fue el méxico-americano Brandon Vázquez, a quien solo le bastó esa cantidad de tiempo para anotar un doblete, justo al equipo que lo buscó hace unos meses, pero que no se lo llevó por el alto precio que le puso su club actual.

A los dos minutos, un gran disparo de tiro libre hecho por el nacido en Chula Vista, California, venció al guardameta José Raúl Rangel, quien pese a que se estiró completamente no pudo alcanzar la pelota.

El gol de vestidor fue severo golpe para los de Veljko Paunovic, porque lejos de recuperarse y encontrar el empate, Brandon los cascó con el segundo al rematar dentro del área un tiro centro que vino desde la izquierda, en el que de nueva cuenta el arquero del Rebaño no pudo hacer nada.

A partir de ese momento, el cotejo fue totalmente cuesta arriba para Chivas. Peor aún, porque el árbitro del encuentro, el costarricense Benjamín Pineda, tuvo un arbitraje mayoritariamente localista.

Al minuto 19′, no consideró una clara mano dentro del área de Cincinnati, que bien pudo ser señalada como pena máxima. Esa oportunidad, quizá le pudo haber dado a las Chivas la chance de pelear el encuentro, pero ni siquiera fue revisada en el VAR.

Aunado a eso, antes de terminar la parte inicial, el árbitro le sacó tarjeta roja al central Gilberto “Tiba” Sepúlveda, al considerar que cometió una infracción como último hombre en una decisión que se puede catalogar como rigorista. Pero a su vez, le perdonó una clara expulsión a Alan Mozo minutos antes por un pisotón en el tobillo de un rival, acción que el tico Pineda ni siquiera volteó a ver.

El segundo tiempo fue más de resistir para Chivas que de proponer algo al ataque. Las condiciones del juego nunca fueron favorables para el equipo más mexicano de todos y estaba por sucumbir en su debut en la Leagues Cup.

Al cotejo le faltaba poco más de media hora de juego, pero se detuvo por la situación climática mencionada, la cual con el paso de las horas, no mejoró y por ende obligó a las autoridades y a la organización del torneo, a estirar lo más posible la decisión de disputar o no lo restante del duelo, lo cual no se resolvió al cierre de esta edición.

Sin embargo, independientemente de la situación del clima y la tormenta, hasta antes de ella las Chivas tuvieron una muy mala presentación en la Leagues Cup, ante un rival que mostró por qué es el líder de la MLS y por qué también lleva invicto en casa lo que va del 2023.

El próximo duelo del Rebaño Sagrado será el lunes ante el Sporting Kansas City, donde se enfrentará ni más ni menos que a Alan Pulido, otro delantero que se le negó a las Chivas este semestre. Guadalajara está obligado a ganar ese encuentro si quiere seguir vivo en la competencia y no fracasar desde el mero inicio.