Enterrar en vida, la calaverita como crítica social

2, noviembre 2022

LILLIAN REYES

Foto: Cortesía Luis Flores Lufloro Panadero

Luis Flores es un poeta del siglo XXI, en sus redes sociales es conocido como Lufloro Panadero y desde su estudio en el sur de la ciudad, transmite a las nuevas generaciones a través de versos la tradición de la calaverita literaria.

En entrevista para Ovaciones, refiere que aunque los tópicos han evolucionado, la sátira y el juego con la muerte siguen presentes en la esencia del mexicano.

“La calaverita literaria era a principios del siglo XX una especie de artículo de opinión, pues se hacía crítica a través de versos satíricos, lo equivalente a lo que sería actualmente el cartón. Hay que recordar que la Catrina es la mofa de una mujer super elegante y lo que hace José Guadalupe Posadas es decirle: aunque te sientas “superior”, tú también te vas a morir”, señala Flores.

En este sentido, subraya, la calaverita es una crítica verbal al poder, lo que vemos reflejado en suplementos, periódicos y revistas, una forma de enterrar a políticos, tópicos y personajes públicos en vida.

Pero el texto tiene su evolución y a principios del siglo XX se utilizó como una forma de castigo para quienes cometían malas acciones y en el relato era la propia muerte la que determinaba el castigo llevándoselos al más allá; en cambio ahora es más común encontrar historias en donde se libra a la muerte o se escapa de ella con astucia y donde el personaje central puede ser cualquier persona.

 

LEE ADEMÁS: Arma UNAM Megaofrenda en la Facultad de Artes y Diseño de Xochimilco

 

“El discurso se ha diversificado, ahora existen las calaveritas políticas, pero se pueden hacer de todo y ahí juega mucho el ingenio de las personas para llevar a cabo la escritura”.

Lufloro manifiesta que la idea de que la muerte no discrimina y se lleva a todos no es nueva y tampoco es exclusiva de la Guadalupe Posadas pues data de la época grecolatina y tiene su antecedente en textos como La Danza de la Muerte, en la edad media o el texto de principios del siglo pasado y relacionado con la Revolución: Calaveras del Montón.

 

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Asisten 89 mil personas a panteones en CDMX

 

Al ser cuestionado sobre si es muy difícil realizar una calaverita, Lufloro explica que no lo es, pero requiere práctica, pues es necesario que exista métrica, ritmo y rima, lo que sólo se logra con el paso del tiempo.

Para Luis, los tópicos de sus calaveritas no son del todo políticas, pues considera que existe un ambiente muy polarizado en el país y lo que busca es que a través de sus redes sociales es contribuir a pasar un rato agradable y no generar enconos.

“Ahora me restrinjo mucho. Personalmente prefiero no generar polémicas incansables e inagotables que no conducen a nada. Soy muy cuidadoso de no compartir algo que vaya a generar una discusión, sino algo que se disfrute”, concluye.