El polémico transitorio sobre la retroactividad de la reforma a la Ley de Amparo tiene los días contados. Primero fue Claudia Sheinbaum, quien desde la mañera pidió que se respete la Constitución. Luego, Ricardo Monreal admitió que el transitorio aprobado en el Senado contradice el artículo 14 constitucional y prometió un análisis cuidadoso en Diputados. Finalmente, la presidenta de San Lázaro, Kenia López Rabadán, anticipó que esa modificación “lastima a los mexicanos” y debe corregirse. Si se concreta, el cambio obligará a regresar la reforma al Senado para una segunda vuelta.
La incongruencia de Colosio
El senador Luis Donaldo Colosio Riojas brilló en tribuna al denunciar que la reforma a la Ley de Amparo “traiciona su espíritu” y debilita a los más vulnerables. Recordó cómo gracias al interés legítimo se lograron causas como Ayotzinapa, la defensa ambiental o los tratamientos para niños con cáncer. Advirtió que la reforma limita derechos y fortalece al poderoso. Pero a la hora de la verdad, Colosio se desvaneció: no votó. Su discurso fue impecable, su ausencia imperdonable. Aquí falló la congruencia.
Quejas
Diputados federales del PAN presentaron una queja ante la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral del INE contra la presidenta Claudia Sheinbaum por actos de propaganda disfrazados de informe de gobierno, porque, dijeron, lo llevó más allá del plazo legal y lo convirtió en una gira propagandística por más de 20 estados. Dijeron que el uso de recursos públicos en logística, espectaculares y mítines masivos representa una promoción personalizada prohibida por el artículo 134 constitucional. Por ello, exigieron al instituto medidas cautelares inmediatas para suspender estos actos y garantizar la equidad, la legalidad y la imparcialidad en la vida democrática del país. Un poco tarde.
El tema espinoso
Pareciera que los temas relacionados con el senador de Morena Adán Augusto López le están colmando la paciencia a la presidenta Sheinbaum, pues ayer, cuando le preguntaron su opinión del hecho de que el exgobernador de Tabasco, exsecretario de Gobernación y exmano derecha del expresidente Andrés Manuel López Obrador estuviera más atento a un partido de futbol que a la comparecencia del secretario de Hacienda, Édgar Amador, respondió, con un rictus de hastío: “No me voy a meter en eso“. Entonces, de los demás escándalos que un día y otro también provoca la excocholata presidencial mejor ni hablamos, ¿verdad?
Afinando el verbo
En la recta final de la semana, la titular del Ejecutivo federal reconoció que todavía no termina el discurso que dará el próximo domingo, cuando celebre en el Zócalo capitalino el primer año de haber llegado al poder. Eso sí, para quienes quieran ir o, peor aún, tengan que hacerlo, adelantó que “no va a ser muy largo“. Puras promesas.



