Triunfo opositor a medias

24, septiembre 2022

CATALINA NORIEGA

Cuando menos se dio un paso importante para dejar en claro que aspiramos a ser un país democrático -aunque el tirano de palacio esté empeñado en imponer su dictadura-. La oposición senatorial le dijo no a la iniciativa propuesta por los esquiroles priístas y consiguieron, cuando menos, que Ricardo Monreal la tuviera que devolver a comisiones, en vista de que no alcanzaban mayoría.

Consistía en el alargamiento del plazo para que el Ejército esté en las calles hasta el año 28, vergonzosa propuesta de una esbirra de Alito Moreno, quien jugó al trueque de ética y principios, por el de su impunidad. Lo único que le importa, al campechano de Marras es salvar el pellejo, a la par que sus compinches que lo arropan en la dirigencia tricolor, en contra de la mayoría militante que los rechaza.

Voces firmes se escucharon desde el Senado, en contra de la aberrante propuesta, con la que se acabaría de militarizar a esta República. Lo espeluznante fue la actitud de las autoridades de esta 4T, muy superiores en marrullería, al inmundo cochinero del pasado.

Aprendieron, como buenos pupilos de su cuna, del ancestral PRI lodoso y sucio del que nadie quiere acordarse, salvo ellos que lo practican con maestría. El ahora en plenas candilejas, secretario de gobernación -el “hermanito” del preciso-, Adán Augusto López, ni siquiera intentó alguna finta para disimular su injerencia a la búsqueda de sufragios de opositores, a los que intentaba convencer, o con premios, o con mil y una amenazas de persecución.

Con toda su cara se aposentó en el Hotel Emporio, enfrente de la sede del Senado, desde donde se dedicó a “platicar” con legisladores, sobre todo del tricolor, a los que “convencía” del sentido de su voto. Ni en las peores horas del Revolucionario Institucional se vio tanta zafiedad. Lo que más risa da es que, al emperadorzuelo le encanta llamarles “vulgares” a todos sus adversarios. Vulgares, hasta lo jamás visto, son ellos.

En esa “pepena” lastimosa cosecharon a un escañista del PAN, Raúl Paz, al que hacía años debían haber echado de las filas blanquiazules. El personaje, siendo diputado, fue de los que compartió la briaga loca de un grupúsculo de homólogos, encabezados por el guanajuatense Villarreal, en Puerto Vallarta, en el 2014. Además de los desfiguros, fueron quienes inauguraron la vil tranza de los “moches, por la que se les exigía una cantidad a sus representados que necesitaban les ayudaran con alguna gestión.

AMLO es de los que más puso el grito en el cielo, cuando se destapó el asunto y ahora Mario Delgado, dirigente de Morena, recibe con bombos y platillos al tal Paz y le da un cargo de enlace con los empresarios.

Me imagino como deben estar los yucatecos que votaron por esa bazofia de individuo, capaz de cambiar de membrete de la noche a la mañana, traidor a las filas en las que militó tantos años y que le soportaron sus sinvergüenzadas, por las que, reitero, deberían haberlo expulsado.

Igual que se vendió por un miserable plato de lentejas, son y serán muchos más los que le sigan en ese coro. Gracias al tabasqueño y su corte de mequetrefes, la política se degrada cada día más y, unos por terror a las represalias de la inmunda 4T y otros por un premiecillo aunque sea menor, se cambian al color guinda.

Quedan, sin embargo y como se vio, muchos hombres y mujeres comprometidos con la democracia y su deseo de salvar a México. ¡Nos quitamos el sombrero!

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