Una decisión democrática equivocada

23, octubre 2022

PODER NACIONAL

JAVIER OLIVA

Abundan los ejemplos es la historia reciente, en donde una votación, por mayoritaria que haya sido, no implica que sea un acierto ni para el sistema político ni para las instituciones. Menos aún para el conjunto de la sociedad. Desde la elección de Donald Trump (8 de noviembre de 2016), hasta el Brexit (23 de junio 2016), que por cierto casi son simultáneos, se han convertido en una referencia a propósito de lo que implica la relación entre un proceso democrático y una pérdida de sentido respecto de las consecuencias de esa determinación en las urnas.

En el caso del Reino Unido, hemos observado desde esa fecha, una espiral de inestabilidad política, a la que se ha sumado la muerte de la Reina Isabel II, que ha representado de entonces a la fecha, la renuncia de los Primeros Ministros, todos pertenecientes al Partido Conservador, David Cameron, Theresa May, Boris Johnson y ahora Liz Truss. Por cierto, está última, con una breve duración de 44 días en el cargo, ha sido en toda la historia política de su país, la que menor tiempo ha permanecido en el cargo.

La salida de la Unión Europea, se ha traducido en una severa y continua contracción económica, de intercambios educativos, financieros –antes la capital financiera europea, era Londres, y sobre todo en los que hace al intenso y constante comercio. Desde luego, que ese ambiente ha propiciado la salida de miles de residentes continentales, lo que ha su vez, significa una enorme fuga de consumidores. Cada uno de los Ministros mencionados, ha enfrentado grandes desafíos, como la mala gestión de la pandemia por parte del ex alcalde londinense, Boris Johnson.

Pero analicemos la relación que hay entre las decisiones democráticas, la legitimidad de los gobernantes emanados de los procesos electorales y sus políticas. Con las peculiaridades que cada sistema político tiene, el británico, cuenta con recursos institucionales para intentar contener las crisis como las que viene viviendo en sus estructura gobernante desde los resultados del Brexit.

Con una raquítica ventaja, obtuvo el 51,9% de los votos, el referéndum, convocado por el entonces Primer Ministro David Cameron, como una propuesta oportunista ante el temor de perder las elecciones generales del 2015, hoy hace padecer a una de las principales potencias del mundo y cuna de la democracia liberal contemporánea.

Se han comenzado a aplicar medidas, dentro del partido gobernante para no prologar la inestabilidad política, pero también para evitar ir a las elecciones generales, en donde es muy probable que el Partido Laborista se haga del gobierno.

Las evidencias de la situación británica, bien pueden ser analizadas como una referencia a propósito del presente y futuro de la democracia, en tanto los efectos vinculantes que tienen para todo un país los resultados en las urnas.

Se trata de una exigencia para profundizar el nivel de reflexión, de lo que pueden considerarse, referencias en una sociedad internacional e interdependiente.

javierolivaposada@gmail.com

@JOPso