Una economía debilitada e incertidumbre en lo político y social, es como termina presidencia de López Obrador

Empresarios esperan que próximamente exista un ambiente que facilite participar en el sector formal de la economía



Al señalar que este lunes 30 de septiembre concluye el sexenio de Andrés Manual López Obrador, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), afirma que ello es así, pero con una economía debilitada, elevados niveles de incertidumbre y un ambiente político deteriorado, y “lejos de la promesa de hacerlo con elevadas tasas de crecimiento y bienestar”.

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Comentó que, después del débil inicio de sexenio con una caída de 0.4% en el Producto Interno Bruto (PIB) en su primer año, le siguió el impacto de la pandemia (2020) que propició una disminución de 8.4% en el segundo año de gobierno.

“Si bien en 2021 repuntó 6.0%, fue insuficiente para compensar la caída de los dos años previos y desde entonces no se registraron avances significativos, incluso en los dos últimos años del periodo se aprecia una clara tendencia a la baja en el ritmo de crecimiento”, señaló.

Y sostuvo que, aun cuando el optimismo por el efecto de relocalización (nearshoring) aumentó suponiendo beneficios importantes para México, “la actividad económica sigue mostrando signos de debilidad y expectativas poco optimistas”.

Observó que la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) redujo su pronóstico de crecimiento para México en ocho décimas de punto porcentual para 2024 a 1.4% y para 2025 a 1.2%, siendo para México los pronósticos de mayor ajuste a la baja.

“En este entorno es indispensable insistir en la necesidad de un ambiente que facilite a las empresas, nuevas y ya establecidas, participar en el sector formal de la economía, con expectativas claras de crecimiento y supervivencia”, aseveró.

Por otro lado, el CEESP acusó que la tolerancia de las autoridades es causa importante de la informalidad, por lo que aseveró que, “una buena regulación es un tema fundamental para estimular la actividad económica”.

En su análisis semanal, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), sostiene que en este entorno es indispensable insistir en la necesidad de un ambiente que facilite a las empresas, nuevas y ya establecidas, participar en el sector formal de la economía, con expectativas claras de crecimiento y supervivencia.

Observó que en 2023, la economía informal generó casi la cuarta parte (24.2%) del PIB, su porcentaje más alto en los últimos 14 años; “evidentemente no es un escenario deseable cuando la informalidad ocupa a más de la mitad de la población y genera sólo una cuarta parte de la producción del país”.

Señaló que la tolerancia de las autoridades es causa importante de la informalidad, además de que la carga regulatoria excesiva disuade la apertura de una empresa en la formalidad, lo que se suman los costos laborales no salariales que inhiben igualmente la formalidad en lo laboral.

Por ello, el CEESP reiteró que una buena regulación es un tema fundamental para estimular la actividad económica. Es por ello la preocupación por la desaparición de los órganos independientes dedicados a este tema.

Con todo lo anterior, “si bien hubo muchas promesas incumplidas y mucho por hacer, el nuevo gobierno se debe centrar en buscar las mejores formas de estimular la inversión en conjunto con el sector privado, que es su mejor aliado para cumplir con los objetivos de crecimiento y empleo”, puntualizó.