Foto: Cuartoscuro.com Ante los reportes de integrantes de la comunidad LGBTTI en la Ciudad de México por las agresiones de que son objeto en el transporte público, la diputada local Diana Sánchez Barrios urgió a las autoridades locales a impulsar la capacitación integral a los operadores del transporte público en materia de sensibilización y prevención de la discriminación contra la población LGBTTTI en la Ciudad de México.
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Explicó que hay denuncias de agresiones verbales, e incluso físicas, así como la discriminación en los diferentes medios de transporte público de la Ciudad de México por parte de elementos policiacos y conductores en contra de los integrantes de la comunidad, es urgente tomar medidas para sensibilizarlos por el trabajo que desarrollan, para que no generen discursos de odio.
Agregó que el transporte público constituye uno de los espacios cotidianos que debe ser garante de la inclusión, fortaleciendo acciones que permitan sensibilizar a los operadores del transporte público y así erradicar en su totalidad comportamientos discriminatorios que afectan la vida y la integridad de quienes conforman la comunidad LGBTTTI.
Dijo que la Ciudad de México, hay aproximadamente 290 trolebuses en servicio diario, distribuidos en 12 líneas. Estas líneas están estratégicamente planificadas para cubrir las necesidades de transporte de una población en constante crecimiento.
Por otro lado, el Sistema de Movilidad Integrada de la CDMX incluye la RTP, que opera 103 líneas de autobuses y cuenta con una flota de 1,360 autobuses. La RTP cubre áreas donde el metro, Metrobús, tren ligero y trolebús no llegan.
Además, en la Ciudad de México, se estima que hay alrededor de 70 mil taxis concesionados que operan, aunque antes de la pandemia existían alrededor de 140 mil aunque la cantidad de taxis en funcionamiento ha disminuido en los últimos años.
Al presentar un punto de acuerdo en la sesión del Congreso local dijo que el marco jurídico de nuestra ciudad es claro y contundente en materia de igualdad y no discriminación.
“La Constitución y los lineamientos emitidos por organismos como el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México, respaldan el imperativo de fortalecer la educación en derechos humanos y promover el trato digno en todos los ámbitos de la vida pública”, insistió.
Además, precisó que diversos estudios y evaluaciones internacionales coinciden en que la capacitación en igualdad y no discriminación tiene un impacto significativo en la reducción de actitudes excluyentes.
Por ejemplo, investigaciones aplicadas en contextos similares han demostrado que la implementación de programas formativos puede disminuir en hasta un 40 por ciento los incidentes de conductas discriminatorias en el servicio público.
En el caso de la Ciudad de México, datos preliminares de encuestas realizadas a usuarios del transporte indican que entre un 25 y 30 por ciento de los testimonios se refieren a experiencias de trato despectivo o discriminatorio hacia la diversidad sexual.
Por lo que estos indicadores reflejan la necesidad imperiosa de intervenir a través de la formación específica de quienes prestan este servicio esencial para el bienestar colectivo. “No se trata únicamente de cumplir un mandato legal o alcanzar estadísticas favorables; es, sobre todo, un llamado humanitario.
Cada operador que reciba esta capacitación se transformará en un agente de cambio, en un verdadero embajador de la inclusión. Al recorrer nuestras calles, estarán no solo transportando a ciudadanos, sino también construyendo puentes de respeto y tolerancia que trascienden barreras históricas”, concluyó.
