Ante la sequía más grave en los últimos 35 años, que afecta a la mayor parte del territorio nacional, es necesario analizar la situación que enfrentarán los agricultores y garantizar el acceso al agua a los ciudadanos, aseguró el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar.

El legislador de Morena consideró que es importante elaborar un plan de apoyo para tratar de minimizar las consecuencias de esta sequía, pues durante la pandemia el lavado de manos y la higiene es vital y de ahí la necesidad de las comunidades del acceso al agua. Por otra parte, se anticipa una menor producción agrícola y con ello una subida en sus precios, impactando de mayor manera en las familias más pobres.

“Como legisladores tenemos la responsabilidad de velar por los que menos tienen, por ello, debemos llamar al diálogo para elaborar un plan que permita hacer frente a las consecuencias de la sequía; en primer lugar, garantizar el acceso en cantidad y calidad de este recurso de acuerdo a las nuevas demandas derivadas de la pandemia y, en segundo lugar, atender las llamadas de los agricultores y ganaderos que se verán fuertemente afectados y diseñar programas que atiendan las posibles consecuencias de la sequía”, apuntó.

Ramírez Cuéllar precisó que de acuerdo con datos dados a conocer por el Monitor de Sequía en México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al 15 de abril, 84.96 por ciento de nuestro territorio tenía algún grado de sequía (12.21 por ciento anormalmente seco; 25.04 por ciento sequía moderada; 34.91 por ciento sequía severa; 11.98 por ciento sequía extrema y 0.82 por ciento sequía excepcional, ello implica que en todas las entidades federativas (excepto Campeche) existían municipios con sequía y  mil 788 municipios se verán afectados (469 anormalmente secos y 1319 con algún grado de sequía).

Sin embargo, para el 30 de abril ya era el 87.56 por ciento del territorio que tenía algún grado de sequía, lo que implica que dos mil 20 municipios presentan algún grado de afectación, incluso Campeche que era la única entidad que aún no mostraba afectaciones, ya cuenta con el 15.2 por ciento de su territorio anormalmente seco.

En el mismo sentido, la agencia espacial de Estados Unidos, NASA, ha señalado que México se acerca a una de sus peores sequías y recordó las sequías de 2011 donde 95 por ciento de nuestro territorio fue afectado provocando hambrunas en Chihuahua y la de 1996 donde se tuvieron pérdidas enormes en las cosechas.

Y es que, cerca de 60 presas grandes, principalmente en el norte y centro están por debajo del 25 por ciento de su capacidad. Algunos habitantes se han quedado sin agua corriente. Las recientes lluvias han ocurrido en estados con sequía leve y que no se espera que la temporada de lluvias llegue antes del mes de junio.

Además, el noroeste y el noreste han pasado recientemente de una sequía severa a una extrema y se espera que cultivos como el maíz sufran grandes consecuencias.

“De acuerdo con estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Administración y Agricultura1 las pérdidas económicas en México debido a las sequías en el periodo del 2009 a 2013 significaron 17, 940 millones de pesos; además que, durante los últimos 14 años, 9 de cada 10 desastres en nuestro país fueron por eventos hidrometereológicos y afectaron 3.4 millones de hectáreas de cultivos y pastizales. Es por ello, que urge tomar acciones para mejorar la gestión del riesgo. En nuestro país ya existen sistemas de evaluación de vulnerabilidad de impactos y sistemas de vigilancia de alerta temprana, no obstante, se deben mejorar las medidas de respuesta intersectorial y estrategias de prevención de futuras sequías2. Además, es necesario que tomemos conciencia de la necesidad de invertir en investigación, infraestructura, rehabilitar presas, aumentar los sistemas de riego por goteo, mejorar los sistemas de captación, entre otras posibilidades que tenemos”, reiteró el diputado federal.

Finalmente, Ramírez Cuéllar llamó al diálogo con las autoridades para preparar un plan de emergencia en caso de que esta situación continúe, con acciones para el ahorro y cuidado de agua, apoyo a los agricultores y a la ciudadanía en general en caso de un aumento de precios, entre otras líneas de acción.