Ante el brote de la bacteria klebsiella oxytoca en el estado de México, que ha dejado al menos 13 muertos, especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advirtieron que es urgente la detección temprana y tratamiento dirigido y ante la sospecha de infecciones asociadas a la atención a la salud se requiere tomar cultivos para identificar el patógeno y adaptar la terapia, según los resultados del antibiograma.
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la jefa de la subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina de la UNAM, Rosa María Wong Chew, explicó que por el momento el brote está confinado únicamente al Estado de México y no hay, de momento, señales de que se haya diseminado más allá de dicha entidad.
Detalló que esta bacteria puede causar infecciones en el tracto urinario (especialmente en aquellos con sondas urinarias), intraabdominales, en el sistema nervioso central, heridas quirúrgicas, torrente sanguíneo y neumonía. En casos más severos, los pacientes desarrollan choque séptico y fallo multiorgánico.
Recordó que en nuestro intestino hay una gran cantidad de bacterias que se dividen en grampositivas o gramnegativas, y klebsiella oxytoca pertenece a este último grupo; además, en nuestro intestino es un comensal únicamente, usualmente no causa enfermedad, solo en ciertas condiciones.
Wong Chew añadió que esta cepa de klebsiella oxytoca es resistente a varios grupos de antibióticos y puede causar infecciones más graves.
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La doctora en Ciencias Médicas destacó que la población vulnerable a esta bacteria es la que tiene sistemas inmunitarios debilitados; personas con estancia en cuidados intensivos, con padecimientos pulmonares crónicos; adultos mayores; y recién nacidos, estos últimos los principales afectados.
La académica de la UNAM también sugiere que para prevenir nuevos casos se debe notificar de manera inmediata los sospechosos: todo paciente que cumpla con la definición operativa debe ser reportado a las autoridades de vigilancia epidemiológica.
Además, reforzar la higiene hospitalaria, la colocación y manejo de catéteres intravasculares deben realizarse bajo condiciones estériles estrictas, utilizando barreras (guantes, mascarillas, batas y campos estériles) y lavado de manos.
A esto hay que sumar la capacitación constante del personal médico, actualizar las prácticas en prevención de infecciones intrahospitalarias. También efectuar auditorías y supervisión continua, lo que significa que las unidades médicas tienen que monitorear, de manera activa, sus protocolos y los resultados de sus pacientes para identificar y resolver cualquier fallo en las prácticas de atención.
La universitaria enfatizó que el control de este tipo de brotes depende no solo de la intervención médica, sino también de la prevención. Fortalecer las prácticas de higiene hospitalaria y garantizar que los insumos médicos cumplan con los estándares de calidad, es fundamental para evitar situaciones similares en el futuro.

Foto: UNAM 


