La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que la venta de boletos para la Copa Mundial de la FIFA 2026 es un proceso estrictamente privado, a cargo de la FIFA y los propietarios de los estadios sede, y aclaró que el Gobierno de México no participa en la comercialización ni en la fijación de precios.
Durante su conferencia de prensa, la mandataria explicó que la intervención del Gobierno federal se limita a la vigilancia para evitar abusos y a la protección de los derechos de las personas consumidoras, sin injerencia directa en los mecanismos de venta.
Sheinbaum Pardo señaló que, debido a que en México la reventa de boletos no es legal, la FIFA optó por implementar una plataforma de intercambio, a diferencia de Estados Unidos y Canadá, donde sí existe la reventa formal.
Detalló que este sistema permitirá a quienes compraron boletos antes de que se definiera el calendario oficial intercambiar entradas por partidos de su preferencia, sin generar beneficio económico, y subrayó que se trata de una herramienta privada definida por la FIFA.
La presidenta reiteró que el Gobierno federal no vende boletos ni interviene en su comercialización, y que su papel se centra en la vigilancia, así como en la coordinación con autoridades locales y la FIFA para prevenir prácticas abusivas.
Añadió que la regulación del comercio informal y de productos no oficiales en los alrededores de los estadios se trabaja de manera conjunta con gobiernos estatales y ciudades sede, conforme a las atribuciones de cada nivel de gobierno.
Por su parte, César Iván Escalante Ruiz, titular de la Profeco, informó que el organismo acompañó a la FIFA en el diseño de la plataforma de intercambio, a fin de garantizar que cumpla con la legislación mexicana, y precisó que se dará seguimiento a su funcionamiento y a las posibles quejas de consumidores.




