“El despegue del sector minero va”, dijo enfático un día de 2019 el subsecretario de Minería del gobierno de López Obrador, Francisco Quiroga, quien asumió el cargo el 1 de diciembre de 2018, pero el problema es que en 2021 se decretaba la desaparición de la Subsecretaría de Minería bajo el argumento de la austeridad, uno de los errores más grandes de la 4T dada la importancia de esta actividad económica.
Tras este anuncio (sin consulta previa), la industria minera manifestó su inconformidad:
“Como sector minero unido, reiteramos nuestro desacuerdo por la desaparición de la Subsecretaría de Minería y reafirmamos nuestra disposición para continuar trabajando de la mano con el gobierno federal, y enfatizamos que es imprescindible mantener los puentes de diálogo de alto nivel en beneficio de la economía nacional y de su urgente reactivación”, dijeron los mineros que normalmente se quedan callados, no hacen mucho lío porque son una industria muy comprometida con resultados.
Por lo menos cinco años operó dicha subsecretaría (de 2016 a 2021). Es más, la industria minera estaba satisfecha con el trabajo de Quiroga, porque conocía el sector y consideraban que la minería había encontrado un órgano fundamental de coordinación y vinculación entre las autoridades y la industria.
El gobierno, por su parte, dijo que desaparecer la subsecretaría de minas no implicaba afectación alguna a las atribuciones, facultades y trabajos de la dependencia en la materia. ¿De verdad? Para empezar, se anuló por completo la interlocución entre gobierno y sector, desapareció, pese a todo.
Hoy día, la atención de los mineros en la Secretaría de Economía que encabeza Marcelo Ebrard está delegada en la Unidad de Coordinación de Actividades Extractivas, a cargo de Fernando José Aboitiz Saro, licenciado en Administración de Empresas con trayectoria como jefe delegacional en Miguel Hidalgo; secretario de Obras y Servicios del Gobierno del entonces Distrito Federal (entre 2009 y 2012); y titular de la Agencia de Gestión Urbana en Ciudad de México. Además, diputado local entre 2018 y 2021.
De la Unidad de Coordinación de Actividades Extractivas depende la Dirección General de Desarrollo Minero, a cargo de Luz Hiram Laguna, y la Dirección General de Minas, cuyo titular es José Castro.
Luego de lo dicho, cabría preguntarse si una industria tan importante como la minera y que aporta el 2.5% del PIB tendrá la atención debida en este sexenio.
Por lo pronto, Aboitiz y su equipo se han mostrado prestos a escuchar las alertas de los mineros ante de los cambios promovidos por la anterior administración porque los anteriores funcionarios sólo conocían las minas, por lo que erróneamente ven en películas y libros trasnochados.
A cielo abierto
1.- Después de los entuertos legales que el popular gobierno creó para obstaculizar a la industria minera en la pasada administración hay una luz en el camino para que estos funcionarios que se sacaron la rifa del tigre intenten limpiar el tiradero que sus mismos correligionarios crearon y cumplan con los retos del encargo porque de eso dependen casi tres millones de empleos directos e indirectos que provee la minería en México.
2.- Los trabajadores de AHMSA exigen se acelere el paso en el proceso de quiebra, porque no han recibido ningún pago en los últimos dos años, en algunos casos, la empresa llegó al grado de pagarles sólo la mitad del fondo de ahorro, que se forma con aportaciones de los mismos trabajadores. Son 19 mil trabajadores y empleados de AHMSA desesperados. Muchos de ellos incluso tuvieron que dejar Monclova para buscar trabajo en otras entidades o en Estados Unidos. La situación es crítica y habrá que esperar los resultados del proceso para ver cuál es la mejor manera de que la compañía responda a personas y entidades privadas y públicas afectadas.
