Voluntad, en una tarde de poco fondo

Solitaria vuelta al ruedo para “El Mene”, en la novillada de Madrid


Mene
Fotos: Manolo Briones

MADRID.- La segunda novillada de la Feria de San Isidro 2025 en Las Ventas no fue una tarde de triunfos rotundos, pero sí de señales. En el ruedo se vieron voluntad, actitud y momentos de buen toreo por parte de los novilleros Fabio Jiménez, El Mene y Tomás Bastos, que se enfrentaron a una novillada de Conde de Mayalde bien presentada, pero de fuerzas escasas, entrega a medias y escaso recorrido. Una tarde, con más esfuerzo que resultados, que deja nombres para seguir de cerca y una constante: cuando no embiste el toro, todo cuesta el doble.

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Fabio Jiménez, que abría cartel, dejó una primera actuación con personalidad, temple y claridad de ideas. Su primer oponente, “Chorlito”, ya evidenció debilidad desde el primer puyazo, pero Fabio le buscó por el pitón izquierdo y encontró una serie de naturales largos, con despaciosidad y gusto. El percance sufrido en un pase de pecho, que lo prendió sin consecuencias graves, cortó el ritmo de una faena que iba creciendo. Sin embargo, se recompuso con determinación, volvió a la cara y siguió toreando con firmeza, cerrando con un epílogo por bajo de notable sabor y una estocada efectiva al segundo intento. Saludó en el tercio tras una ovación que reconoció su actitud y capacidad.

La historia con su segundo fue completamente distinta. “Tempranito” fue un novillo absolutamente inválido, que se vino abajo desde el inicio. Fabio intentó sujetarlo y darle continuidad por ambos pitones, pero el animal perdía las manos constantemente. En un momento insólito, el novillo terminó por echarse, negando al torero hasta la posibilidad de entrar a matar. La cuadrilla intentó en vano levantarlo; finalmente, tuvo que ser apuntillado. Un episodio frustrante que reflejó la peor cara del encierro: un toro que ni siquiera permite pelear.

El Mene fue el nombre propio de la tarde. No por una actuación redonda, pero sí por los destellos de torería que dejó y, sobre todo, por el sello que imprimió a sus intervenciones. Con su primero, “Entrenador”, lo recibió con un ramillete de verónicas con clase y compás, rivalizando en quites con Bastos, en un pasaje lleno de sabor y competencia. La faena de muleta comenzó con intensidad, toreando de rodillas en el tercio y dejando una primera serie por el derecho con mando y largura. El novillo tenía cierta movilidad, pero la conexión con él no fue total; por el izquierdo se perdió el ritmo, y aunque dejó naturales de buen trazo, la faena no terminó de tomar vuelo. Mató con una estocada algo contraria pero efectiva y fue ovacionado.

Con su segundo, el quinto de la tarde, El Mene firmó lo más destacado de la jornada. Lo paró con elegancia a la verónica, y en la muleta, con temple y cadencia, logró los mejores muletazos de la novillada. Toreó con gusto, ligando por el derecho y sacando naturales largos, dando el pecho, girando la cintura y dejando ver una muñeca que manda. A pesar de una voltereta fea, volvió con valentía y determinación. El novillo, ya muy venido a menos, no ayudaba, pero el torero impuso su verdad. La estocada fue certera y el público reconoció su entrega con una vuelta al ruedo que supo a reivindicación.

Tomás Bastos, el más joven del cartel, se presentó en Madrid con actitud, entrega y pasajes que hacen pensar en un torero con clase. Ante su primero, “Carcelero”, un animal que iba sin decir nada, supo imponerse con una faena construida a base de sitio, pulso y gusto. Toreó en redondo, con muletazos ligados y despaciosos por el izquierdo, cruzándose, dando el pecho y toreando con verticalidad. Fue quizá el único en sacar todo lo que tenía su novillo. No obstante, alargó la faena más de lo debido, lo que diluyó algo el conjunto. Mató de una estocada trasera y fue despedido con palmas.

En el sexto, Bastos volvió a mostrar su disposición total. Quiso y quiso mucho, pero el novillo, cada vez más parado, se lo puso difícil. Lo buscó por ambos pitones, enroscándose en cada muletazo, pero se encontraba con un toro que medía, miraba y se quedaba a mitad del pase. Incluso así, insistió hasta el final, pegado a las tablas, dejando naturales sueltos y robando muletazos con vergüenza torera. La estocada defectuosa y el aviso son detalles secundarios ante su entrega.

Ficha del festejo – Las Ventas (Madrid), 19 de mayo de 2025

Plaza de toros de Las Ventas. Segunda novillada de la Feria de San Isidro. Se lidiaron seis novillos de Conde de Mayalde, bien presentados, pero desiguales de juego; justos de fuerzas en general, destacando por su movilidad el segundo.

Fabio Jiménez, ovación con saludos y silencio. El Mene, silencio y vuelta al ruedo tras aviso. Tomás Bastos, silencio tras aviso y silencio tras aviso.