CATALINA NORIEGA
Usando su mismo lenguaje arrabalero, ¡ya chole de mentiras! Inconcebible que un presidente mienta con el cinismo con el que lo hace AMLO, aunque hay que remitirse al populismo. A ese dogma que sigue al pie de la letra, por el que ha desbarrancado a México y lo sigue haciendo, mientras cuenta con millones capaces de creer tantas paparruchadas.
Bien dicen que “no es culpa del indio sino de quien lo hace compadre”, ejemplo preciso de la popularidad de un personaje, al que se debería de repudiar en razón del daño que nos ha provocado. El meollo de tanto amor está en la entrega puntual de dinero, ancestral costumbre proveniente del más dinosáurico tricolor, quien habituó a la población a estirar la mano y esperar la dádiva, en lugar de pugnar por más educación y desarrollo.
Un pueblo incapaz de cuestionar al mequetrefe que les habla con un discurso ramplón, vulgar, falso, en tanto los usa para conseguir sus desaforadas ambiciones de una transformación, que solo es una destrucción.
En ese empecinamiento de acabar con todo lo bueno que teníamos, el Instituto Nacional Electoral ocupa de momento, sus catatónicas compulsiones. Va por el Plan B de la Reforma que no pudo lograr se aprobara, mediante el que acabaría de un plumazo con una de las mayores conquistas democráticas que tuvimos.
Quiere controlar los procesos electorales al igual que lo ha hecho con organismos autónomos, a los que ha desnaturalizado a extremos de convertirlos en inútiles y hasta perjudiciales. Basta con ver a la Comisión Nacional de Derechos Humanos -a cargo de una individua ignorante, fatua, fanática e incapaz siquiera de manejarse a sí misma-, destrozada, sin rumbo, sin objetivo y solo dispuesta a arrodillarse frente al gurú.
Ante la defensa del INE, por parte de un enorme núcleo de la sociedad y de quienes en ella colaboran, el emperador de palacio se ensaña contra los consejeros y quienes en su apoyo se unieron a la marcha multitudinaria, que le sacó un sarpullido. Dice que “ya chole” del tema, que es mentira que se quiera destazar al Instituto, que solo quiere que se les bajen los sueldos a los consejeros y otra sarta de cuentos chinos, Miente de manera cínica y descarada.
Su desmantelamiento del INE empezó con la brutal reducción a su presupuesto. Imposible dar los servicios de excelencia que acostumbran, con una baja tan brutal en sus ingresos. Hay más de 10 OPLES (Las que serían sus “sucursales” en los estados), endeudadas hasta lo indecible, lo que las imposibilita para ejercer sus funciones. Entre ellas, las de Nayarit y Campeche.
Quienes han ejercido alguna encomienda en las casillas electorales, hablan de la perfección del sistema que evita cualquier tipo de fraude. Para hacerlo se requieren fondos. En su barbajanería, el tabasqueño grita, desde su inmundo atril, que los fraudes los ha cometido el INE, que ha “robado urnas, falsificado actas” y quien sabe cuántos más delitos electorales, estulta mentira que no debería creerla ni un niño de párvulo
Ricardo Monreal, quien parecía actuar como demócrata -cuando AMLO lo castigó con su desprecio-, retoma su papel de lacayo y, como pastor de su fracción senatorial, peleará por sacar adelante este golpazo a la libertad de elegir a quien nos gobierne. La historia se los cobrará.
Como ciudadanos comprometidos, habrá que poner nuestro granito de arena y marchar a la defensa del INE, bastión democrático que AMLO intenta arrebatarnos.
@catalinanq