Yuki Tsunoda atraviesa un periodo de incertidumbre en su carrera mientras espera la decisión de Red Bull sobre la alineación de pilotos para la temporada 2026 de Fórmula 1. El piloto japonés, quien fue ascendido al equipo principal apenas dos carreras después del inicio de la temporada 2025 como reemplazo del desastroso Liam Lawson, ha reconocido abiertamente la presión que siente ante su posible reemplazo por el prometedor francés Isack Hadjar.
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Sobre todo, porque es conocida la poca paciencia desde las oficinas de Milton Keynes con sus segundos pilotos, tal y como ocurrió con Checo Pérez, a quien culparon de los malos resultados a finales de la temporada pasada, a pesar de que la realidad es que la escudería de las bebidas energéticas da especial predilección a atender las necesidades de su auto principal sin considerar al otro.
“Si dijera que no estoy nervioso, mentiría”, declaró Tsunoda antes del Gran Premio de Las Vegas. “Es una situación similar a la del año pasado o incluso a la de hace dos años, así que, para ser sincero, ya me acostumbré. Es parte de la Fórmula 1”.
El escenario que se perfila para 2026 dejaría a Tsunoda compitiendo por un solo asiento disponible en Racing Bulls, el equipo hermano de Red Bull, donde tendría como principal rival a Lawson para conservar su lugar en la familia Red Bull. Según su rendimiento actual, Lawson aparece como favorito para mantener su puesto. Tsunoda, sin embargo, mantiene una actitud pragmática frente a la situación.
“Lo bueno es que ya tengo experiencia en esa situación. Sé lo que tengo que hacer en las próximas carreras. Al final, esas decisiones no las puedo controlar, ¿verdad? Así que lo que sí puedo controlar es mi rendimiento y dar lo mejor de mí. Eso es lo que me gusta, para eso estoy aquí, así que eso es lo que voy a hacer”, comentó.
“Obviamente, seguro que siento algo de nervios. Siempre están ahí, sobre todo fuera de las carreras. Pero al mismo tiempo, una de mis fortalezas es que una vez que me pongo el casco, me olvido de todo y puedo disfrutar del paisaje de Las Vegas”, abundó.
A pesar del escenario aparentemente desfavorable, Tsunoda mantiene la esperanza de conservar su asiento en el equipo de origen austriaco para 2026. Con el equipo luchando por el segundo puesto en el campeonato de constructores —están a 32 puntos de Mercedes— el japonés está decidido a contribuir al esfuerzo colectivo.
“Aún hay esperanza”, insistió. “Haré todo lo posible para lograrlo, ya sea ayudando a Max o al equipo de constructores. Estar lo más cerca posible de Max en la clasificación es probablemente lo principal. Eso es lo que tengo que hacer”.
Tsunoda también analizó sus recientes actuaciones, sobre todo en el Gran Premio de la Ciudad de México, donde finalizó 11, muy cerca de sumar unidades.
“México era una carrera en la que sabíamos que habría sumado puntos, con una parada en boxes perfecta. En Brasil, sin duda fue culpa mía que en la primera vuelta golpeara el alerón delantero. Pero aun así, el ritmo fue bueno”, explicó.
Con solo tres carreras restantes en la temporada, cada sesión de clasificación y cada vuelta de carrera se convierten en una audición crucial para Tsunoda, quien libra una batalla no solo contra sus rivales en pista, sino contra las expectativas de la poderosa cantera de pilotos de Red Bull.
“Lo más importante es que el equipo lo sepa (lo que deben hacer). Es mejor que no haya ritmo en absoluto. Pero sé que también tengo que mejorar un poco más en la clasificación”, sentenció.

Foto: Reuters 


