Zeynep Sonmez hizo que el pasado 3 de noviembre quedara grabado con letras de oro en la historia del tenis turco. Ese día, la tenista de 23 años se convirtió en la primera jugadora de Turquía desde 2016 en alzar un trofeo de la gira WTA. Fue en el Mérida Open, donde —con una actuación impecable— venció en dos sets a la estadounidense Ann Li, para no solo conseguir su primer título profesional, sino también impulsarse por primera vez al Top 100 del ranking mundial.

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Pero más allá del triunfo, Sonmez conquistó algo igual de valioso, pues se ganó el cariño del público mexicano. Su sencillez y carisma durante el torneo la convirtieron en una de las figuras más queridas, y demostró que el deporte va más allá de los resultados cuando se juega con el corazón.

Hoy, ubicada en el puesto 75 del mundo, la tenista turca tiene un nuevo objetivo en el horizonte: volver a México, esta vez en el Guadalajara Open 2025, que se celebrará del 8 al 14 de septiembre en Guadalajara. Una oportunidad de oro para que Sonmez pueda dar otro paso hacia la élite del tenis mundial.

No solo será su debut en tierras tapatías, sino que también buscará un hito aún mayor, pues podría ganar su primer título WTA 500, una hazaña que, de lograrse, marcaría otro capítulo histórico para el tenis turco.

Las canchas mexicanas parecen ser un talismán para ella. Aunque este año no pudo revalidar su título en Mérida, tras caer en Cuartos de Final ante la eventual campeona Emma Navarro, su conexión con el público y su rendimiento en suelo azteca la convierten en una de las favoritas del público dondequiera que se presente, por lo que parece destinada a brillar en Jalisco.

En lo que va del año, participó en los tres Grand Slams disputados hasta ahora, con resultados dispares, pero con un momento cumbre recientemente en Wimbledon, donde alcanzó la tercera ronda tras vencer a la rumana Jaqueline Cristian y a la china Wang Xinyu. Aunque su camino terminó ante la experimentada rusa Ekaterina Alexandrova, su desempeño la consolidó como la única turca en llegar a esa instancia en un major durante la era abierta, un logro que refuerza su estatus como máxima figura otomana.

Ahora, tras un breve descanso, Sonmez llega a Guadalajara con la mente fresca y la ambición de seguir haciendo historia. Su presencia en el torneo no solo enriquece el cuadro principal, sino que también pone en el mapa a un país que, aunque no es potencia tenística, comienza a dar pasos firmes en el circuito femenino. Con apenas cinco tenistas en el Top 500, Turquía ve en Zeynep a su principal referente, una inspiración para jóvenes como Ipek Oz, Cagla Buyukakcay o Berfu Cengiz, quienes buscan seguir sus pasos.