AIDA RAMÍREZ

Foto: Lau Lovera

La celebración del 110 aniversario de la Marcha de la Lealtad se llevó a cabo por primera vez en el Zócalo capitalino, rompiendo con la tradición de efectuarse en Chapultepec; pero además sobresalió el saludo frío que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a la sonriente presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña, así como al presidente de la Cámara de Diputados, el panista Santiago Creel Miranda.

En su momento, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval señaló que la modificación del lugar de la representación fue para recordar que los cadetes del Heroico Colegio Militar, institución que cumple 200 años desde su creación, escoltaron al presidente Francisco I. Madero del Castillo de Chapultepec hasta Palacio Nacional.

El acto solemne de este jueves hizo que se pusiera toda la atención en el trato que habría entre el presidente López Obrador, Piña y Creel luego de lo sucedido en domingo anterior, durante el evento del 106 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, en el teatro de la República en Querétaro.

El encuentro de este jueves fue ahora, literal, en plena calle, en la Avenida Juárez, donde sólo hubo un saludo protocolario, frío entre ellos, para después cada quien tomar su respectivo lugar, nuevamente a la derecha, pero del secretario de la Defensa Nacional, Cresencio Sandoval.

Al subir al templete para iniciar el evento, de derecha a izquierda se puso de pie primero la ministra Piña, luego el diputado Creel, el general Luis Cresencio Sandoval, el presidente López Obrador, su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, el almirante José Rafael Ojeda y el senador Alejandro Armenta Mier.

Concluido el evento, el mandatario –como la canción-, pasó por delante de ellos con gran indiferencia para abordar la Hummer militar acompañado de sus secretarios de la Defensa y de Marina.