Sobre el caso de Silvano Aureoles, exmandatario de Michoacán acusado de desvío de recursos públicos y que hoy se encuentra en fuga, el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, asentó durante la conferencia de la presidenta Sheinbaum: “Sobre el exgobernador Silvano Aureoles pesaba una denuncia desde hace tiempo, acerca de la construcción de algunas cárceles locales, en donde hubo un evidente peculado de enormes dimensiones“.

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Tras muchos problemas procesales frente a los jueces federales, explicó el funcionario, “por fin la Fiscalía General de la República pudo judicializar el caso”. En ese sentido, Gertz recordó: “Eran cinco personas las involucradas, entre ellos Silvano Aureoles. Las cuatro primeras ya están detenidas y procesadas. Inclusive, cuando ellos supieron de esta investigación, trataron de evitar las responsabilidades penales a través de una oferta de criterio de oportunidad, que finalmente no fue más que un encubrimiento de la situación que tenían”.

Y Aureoles, enfatizó, “sigue en fuga gracias a la protección de la vieja administración que él tenía en su poder, pero está siendo perseguido, con mucha precisión, por todo el gabinete de seguridad. Tarde o temprano lo vamos a detener. No tengo la menor duda”.

En ese contexto, el lunes el actual gobernador michoacano, Alfredo Ramírez Bedolla, informó que su administración investiga una generosa donación de 30 camionetas que Aureoles hizo a la Arquidiócesis de Morelia, dirigida por el arzobispo Carlos Garfias. El mandatario afirmó que son vehículos “muy robustos“, utilizados habitualmente por el gobierno para la Guardia Civil o para el uso del sector Salud.

Asimismo, aclaró que su gobierno no persigue a la iglesia católica y, en ese sentido, pidió a los religiosos devolver personalmente los vehículos, pues, con toda seguridad, “los recibieron de buena fe”.