El Estadio Sergio León Chávez en la capital fresera se convirtió el sábado en un coliseo de emociones extremas. En este escenario, el conjunto de la Trinca Fresera del Irapuato empató 2-2 en la Vuelta ante los Mineros de Zacatecas y, con un global de 3-3, selló su pase a las Semifinales de la Liga de Expansión MX gracias a su mejor posición en la tabla general al clasificar como cuarto de la Tabla General. Fue una batalla de ‘toma y daca’, que nadie merecía perder.
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El cotejo fue un torbellino de tensión y esperanza. Irapuato, consciente de que necesitaba la victoria para no depender del reglamento, salió con el ‘cuchillo’ entre los dientes.
Los primeros minutos del encuentro, al más puro estilo del boxeo, fueron de análisis.
La tensión podía sentirse en el ambiente y la batalla se trabó justo en el medio campo, en donde ninguna de las dos escuadras estaba dispuesta a ceder un solo centímetro.
Parecía que el primer capítulo de esta confrontación se saldaría sin goles, pero en el último suspiro todo cambió.
Antes del descanso, Ventura Alvarado se elevó como un titán en el área y conectó un cabezazo impecable que desató la euforia local al marcar el 1-0 en la Vuelta.
La segunda mitad parecía sellar el destino. Al 62’, Juan Rangel firmó un golazo que amplió la ventaja a 2-0 y colocó el global en 3-1.
El estadio rugía; la clasificación parecía inminente.
Pero el fútbol, cruel y hermoso, tenía reservado un giro dramático. Mineros encontró en Mauro a su verdugo. Al 70’, el delantero recortó distancias. Y cuando Irapuato ya saboreaba la victoria, al minuto 90+6′, Mauro apareció nuevamente para clavar el doblete que igualó el partido 2-2 y el global 3-3.
El silbatazo final dejó al Sergio León Chávez en silencio por un instante, antes de estallar en júbilo contenido.
El empate global, combinado con el cuarto lugar de la fase regular, otorgó a Irapuato el boleto a Semifinales.
La Trinca avanza, herida pero viva, tras una batalla que quedará grabada en la memoria de sus aficionados.
