El Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) presentó los resultados de la primera etapa “Informe de vulnerabilidades del tramo elevado de la Línea 12″, que no contempla el tramo que colapsó la noche del pasado 3 de mayo, pero que, destacó, 32 por ciento de la línea 12 del Metro, presenta “deficiencias” que deben ser atendidas antes de restablecer su servicio, el cual, no deberá reiniciar hasta que se haga la revisión detallada y hasta que se obtenga el informe de vulnerabilidades correspondiente, y se lleve a cabo el reforzamiento y rehabilitación, así como atención a vulnerabilidades inmediatas.

Y es que, señaló que “en el 32 por ciento se encontraron afectaciones grado B, lo cual no implica que sean de riesgo alto, sino que nos van señalando situaciones de vulnerabilidades y patologías que deben ser analizadas con mayor detalle”, explicó Bernardo Gómez González, coordinador del Comité Técnico de Seguridad Estructural del Colegio de Ingenieros, encargado de la presentación.

Con la inasistencia de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, de quien se confirmó por Comunicación Social la noche anterior que encabezaría el evento, pero hoy se disculpó porque fue requerida en Palacio Nacional, se indicó que este primer informe consistió en una inspección visual hecha por 101 especialistas a lo largo de todo el viaducto elevado de la Línea 12, con excepción del tramo derrumbado o zona cero, para detectar vulnerabilidades.

Asimismo, Gómez González explicó que 68 por ciento de la línea presenta deficiencias de grado C, que son “situaciones comunes”.

Entre las deficiencias, reveló que se hallaron prácticas “cuestionables” de soldaduras, separaciones insuficientes entre vigas, fisuras en columnas y trabes (vigas), así como anomalías en el apoyo de la estructura metálica.

Observó que algunas de ellas podrían haber sido provocadas por sismo de 2017, por lo que consideró “es importante no fijar un juicio sobre ellas sino que tiene que haber un análisis más detallado”.

Se informó que algunas de las inconsistencias encontradas en las estructuras incluyen diafragmas colocados deficientemente o inexistentes; armaduras no coladas completamente; inconsistencias en el detallado de la estructura metálica, entre otras más

No obstante, de las situaciones de cuidado prioritario, catalogados de Grado B, se urgió “acciones correctivas o preventivas para evitar riesgos futuros”.

Algunas de estas situaciones son detección de filtraciones altas en tabletas, fisuras en columnas y separaciones de puentes vehiculares y columnas del viaducto en la estación Periférico Oriente; revisión del refuerzo realizado en el tramo cercano a la estación Nopalera.

El presidente del CICM, Luis Rojas Nieto, adelantó que las otras dos etapas del informe constarán en la inspección detallada y el dictamen de seguridad estructural.

Por su parte, Francisco Suárez Fino, perito en túneles del Colegio de Ingenieros Civiles, señaló que el tramo subterráneo de la Línea 12, de 8.5 kilómetros, si bien no tiene fallas estructurales, aunque tiene severas filtraciones y escurrimientos, deben ser reparadas vías y darles mantenimiento, no es operable hasta que no se repare el tramo elevado

De manera preliminar, y con la información existente de los estudios y recorridos hechos, dio a conocer el informe y dictamen técnico-estructural de vulnerabilidad que señala que el tramo de túnel de la Línea Dorada “no presenta daños estructurales ni deformaciones que pongan en riesgo su estabilidad.

“Los principales problema que presenta son debido a filtraciones en tramos bien identificados que con adecuado tratamiento y un eficiente sistema de captación y conducción de agua se resuelve. Por tanto, el túnel podrá ser reabierto en corto plazo”, dijo.

No obstante lo anterior, en la mesa técnica en donde participan el Instituto Mexicano del Transporte (IMT), expertos del Sistema de Transporte Colectivo Metro, personal del Sindicato Nacional del SCT Metro y de la Secretaría de Obras y  Servicios del gobierno capitalino, así como del ICCE y del mismo CICM, se acordó que “por cuestiones operativas y de mantenimiento intensivo que requieren las vías y trenes de la L12, lo cual se identificó con base en el estudio del IMT, y que se deben llevar a cabo en los talleres de Tláhuac para cumplir con niveles de calidad requeridos para dar seguridad a la operación, el tramo en túnel no es posible reabrirlo hasta que se repare el tramo colapsado”.