Alejandra Estudillo: de admirar a Paola Espinosa y Ale Orozco a superar el miedo a las alturas: “Desde pequeña quiero una medalla olímpica”

Alejandra Estudillo supera el miedo a las alturas y gana plata en Singapur 2025, con la mira puesta en Los Ángeles 2028.



Foto: Martín Avilés

Cuando era niña, Alejandra Estudillo miraba por televisión los clavados de Paola Espinosa y Alejandra Orozco. Soñaba con algún día ser como ellas y gracias a eso, pudo superar el miedo a las alturas. Ya sea al tirarse desde la plataforma o en los prolongados viajes en avión para competir, el deporte le ha ayudado a superar la acrofobia. Y aunque aún no logra colgarse una medalla olímpica como sus heroínas, por lo pronto ya presume una plata en el Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos Singapur 2025.

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Nacida en Ixtacomitán, Chiapas, Estudillo Torres comenzó a practicar saltos ornamentales desde temprana edad. A los 9 años continuó en la disciplina en el Deportivo Tultitlán, tras su mudanza al Estado de México, y a los 14 migró a Nuevo León, cuando el gobierno le abrió la puerta con una beca para continuar su preparación como atleta de alto rendimiento en esa entidad.

Actualmente, estudia y representa deportivamente a la Universidad de Texas. Y sin darse cuenta, notó que —irónicamente— volar hacia la piscina le ayudó a superar la fobia a las alturas.

“No siento que sea tanto miedo a las alturas, tal vez un poco sí, pero a la hora de hacer un clavado, estoy lo suficientemente concentrada como para no estar pensando en eso. En el tema de los aviones, sí es algo difícil, y más cuando viajas 10, 12 o 15 horas, pero es algo que tengo que hacer. Me he puesto a investigar muchísimo, obviamente los aviones ya sé que no es baja la probabilidad de que pase algo, pero es complicado”, cuenta en exclusiva con OVACIONES la clavadista.

Ale tiene apenas 20 años de edad. Su juventud es proporcional a la timidez natural de una joven a quien la fama le llegó sin previo aviso. Pero incluso su confianza ha aumentado gracias al deporte, un aprendizaje continuo que adquiere a cada clavado, donde suele poner su mente en blanco para ignorar todo tipo de distracción y fluir con el viento.

“Básicamente yo pienso en mi clavado. Ni siquiera pienso en si voy en primer lugar, si voy en quinto, si voy en último lugar, solo pienso en lo que quiero hacer, en cómo quiero que sea mi clavado. Y eso es lo que me ayuda, porque siento que cuando tú piensas en lo que quieres, es lo que pasa. Entonces, es eso, pienso en lo que quiero, pienso en cómo quiero mover los brazos, qué es lo que quiero sentir, y ya, eso me mantiene muy tranquila también”, describe sobre esos instantes previos a tirarse al agua.

Todo comenzó cuando un buen día miró a Paola Espinosa y a Ale Orozco lanzarse desde las alturas. Desde entonces, tuvo la idea de emular esos acrobáticos saltos, sin discriminar entre plataforma o trampolín, pues si bien ahora se ha enfocado en los 10 metros, ya participó en los pasados Juegos Olímpicos de París 2024 en 3 metros.

“Veía mucho a Paola Espinosa y a Ale Orozco. Yo las vi muchísimo y decía ‘sí, algún día quiero estar ahí, algún día quiero estar ahí’, pero muchas veces fue muy borroso, muy complicado el camino, a veces decía ‘es un sueño, eso no pasa’. Pero trabajé muchísimo, luché y se logró y hoy estoy dentro de una de las mejores del mundo y eso me pone muy contenta. Desde muy pequeña quería ese sueño, ir a los Juegos Olímpicos, competir ahí, algún día ganar una medalla olímpica”, explica.

Foto: Martín Avilés

“Simplemente lo hago porque realmente me gusta, porque mis papás me han apoyado mucho, siempre me han dicho que haga lo que a mí me gusta. Me subo a esa plataforma y lo disfruto, si se da el resultado o no se da, al final de cuentas estoy haciendo clavados y eso pues me hace feliz, entonces, no lo veo como tal a dedicarme a esto”, añade.

Estudillo actualmente estudia diseño de interiores y si bien, sabe que algún día deberá alejarse de las fosas, de momento, no hay algo que la haga más feliz que tirarse una y otra vez desde las alturas hasta el fondo de la alberca.

“Quiero ser feliz y siempre quiero hacer lo que me gusta, que si hoy es clavados, está muy bien, si mañana es, no sé, ejerciendo en diseño interiores, en muchas otras cosas, que siempre quiero hacer lo que me gusta y lo que me hace feliz y eso que sí, vivir mis sueños y saber, ahora sé más que nunca que si tú trabajas por los sueños, los sueños se van en realidad, entonces siempre voy a tener eso en mente y voy a luchar por eso”, asegura.

Tras la plata conseguida en Singapur junto a Gaby Agúndez en plataforma sincronizada femenil, Estudillo sabe que solo el trabajo la ha llevado a ese punto y es solo el trabajo lo que la impulsará hacia Los Ángeles 2028, donde anhela emular el reciente éxito en el Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos.

“Es un orgullo pertenecer a la selección más importante de clavados que México ha tenido. Creo que es muy bonito. Estoy emocionada, también me motiva muchísimo a seguir adelante y a darlo a más. En el sincronizado es más el tiempo lo que nos va a dar esa sabiduría, el conocernos aún más, el sentirnos aún más juntas, más acopladas la una a la otra y creo que es eso. En mi individual, fue la primera vez que competí individual en plataforma de 10 metros mundial. No siento que hice un mal trabajo, me falta experiencia y sé que no voy a parar, tengo muchísimo rango de mejora y estoy más decidida que nunca, quiero luchar esa medalla de individual, quiero estar cerca y estoy dispuesta a hacer lo que sea para mejorar”, finaliza.