AIDA RAMÍREZ

Foto: Ovaciones

Ante los deficientes resultados de los procesos de compra de medicamentos que ha llevado a cabo este gobierno con la ayuda de UNOPS (Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos), primero, y luego con el INSABI (Instituto de Salud para el Bienestar), la Asociación Mexicana de Lab is a vender oratorios Farmacéuticos (AMELAF) no descarta un nuevo desabasto en el país para los próximos dos años, por lo que ya busca vender medicamentos en Centroamérica y Estados Unidos.

De esta forma, afirma Juan de Villafranca, director ejecutivo de la Asociación, en entrevista con OVACIONES, la farmacéutica busca alzarse como una industria exportadora similar a la automotriz o aeroespacial mexicanas.

Pone en claro que la industria de los laboratorios no fue la satanizada en el inicio de este sexenio, sino que ello fue resultado de los casos de corrupción observados con los distribuidores.

“No nos han dejado fuera, pero nos han satanizado, nosotros hemos dicho que si hay casos de corrupción, que se denuncie, y no se ha denunciado nada. Pero el ataque fundamentalmente fue hacia los distribuidores, no a los fabricantes”, precisa.

Sin embargo, señala que el proceso de compras del actual gobierno “ha sido muy desordenado”, toda vez que ya van en el cuarto modelo de compra, razón por la que también no hay suficientes medicamentos en Centros de Salud y clínicas u hospitales del IMSS o del ISSSTE.

En ese sentido, recuerda que de las compras que hizo el gobierno en 2021, alrededor de 92 por ciento se hicieron a empresas establecidas en el país, tanto laboratorios mexicanos como algunos extranjeros que se ubican en territorio nacional.

“Por lo que cuando se habla de que han comprado en veintantos países, pues hay un país que es México donde se ha comprado más del 90 por ciento. Y si no tuviéramos una industria como la que tenemos, con la pandemia hubiera habido una crisis muy profunda de salud”.

Y es que, en el caso, sostiene que se ha comprado menos de la demanda, y preocupa que de las compras de gobierno, más del 50 por ciento es compra directa y no por licitación, situación que permitiría mayor transparencia y mejor planeación.

Señala que lo que viene, según lo dicho por las autoridades, es una “macrocompra” encabezada por el INSABI para 2023 y 2024, y “vamos a ver cómo viene”, pero el sector “está pesimista porque se ha visto que en muchas claves van a comprar menos del requerimiento, el volumen de piezas va a ser menor a la demanda y si no manejan bien los plazos y precios máximos de referencia, se va a traducir en más desabasto y en más compras directas”.

Insiste De Villafranca que si los programas de requerimientos no están bien hechos, será difícil que algún laboratorio se apunte en una licitación porque si en alguna clave se requiere el surtido en un mes –como ha ocurrido-, “pues los laboratorios terminan por no entrar”, porque de fallar en los tiempos de entrega se aplica una multa “y sale peor, y nadie va a fabricar para vender por debajo del costo de producción”.

Pero aún con lo anterior, el director ejecutivo de AMELAF acusa problemas de pago, “hay rezagos –desde 2020-; ya muchos productos se han entregado y no se ha pagado, y es lo que más afecta en las compras de gobierno”.

Explica que los problemas llegan hasta la parte de distribución “que quedó muy desintegrada” y en el gobierno no se ponen de acuerdo cómo se llevará a cabo, situación que pone en riesgo la efectividad de los medicamentos que deben ir en una red en frío.

Por ello, una de los principales proyectos de la AMELAF es exportar, por lo que está por reunirse con autoridades de Guatemala, Panamá, Costa Rica, Colombia –un mercado de unas 50 millones de personas y, en breve, con la FDA de la Unión Americana.

Los laboratorios en México también tratan de aprovechar la situación que provocó la pandemia por Covid-19, ya que Estados Unidos resintió la dependencia que tiene de muchos medicamentos provenientes de India y China, “dándose cuenta que fue un error estratégico, situación por la cual están promoviendo el nearshoring –la reubicación de plantas de diversas industrias en países más cercanos-.

Destaca que en Jalisco se tiene el clúster farmacéutico más importante de Latinoamérica y del mundo, donde están ancladas alrededor de 23 empresas de muy buen nivel, a lo que se suman las zonas del Valle de México, y el Bajío.