Cuando Jannik Sinner recibió su suspensión de tres meses en febrero pasado, Alexander Zverev tenía el camino libre para desplazarlo del número uno del ranking. Pero dos meses después, esa ventana está oficialmente cerrada para el alemán, quien ha vuelto a las andadas al caer ante Matteo Berrettini en la segunda ronda del Masters 1000 de Montecarlo.

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El segundo sembrado del ranking mundial, todavía está 2 mil 335 puntos detrás del italiano, ya sin forma de alcanzarlo antes del regreso de Sinner para el Masters de Roma. Y de esta manera, Jannik podrá dormir tranquilo gracias a su compatriota Berrettini.

El romano de 28 años de edad eliminó al máximo favorito por parciales de 2-6, 6-3, 7-5 en un juego que duró dos horas y 28 minutos. Ha sido apenas el primer triunfo en la carrera de Berrettini ante uno de los dos primeros del ranking, con lo que perdió la oportunidad de convertirse en el trigésimo tenista que ocupa el número 1 mundial en la historia de la ATP.

‘Sascha’ ha perdido demasiados partidos después del Australian Open, y ha desaprovechado una oportunidad increíble de conquistar el trono del tour, con lo que se ha confirmado como uno de esos grandes tenistas cuya inestabilidad los ha alejado de la élite.

“Es un asunto de que estoy perdiendo. Así de simple. Si ganas uno o dos partidos como este, ya no hay dudas, ni para mí ni para nadie. Pero perdí tres sets en Buenos Aires, tres sets en Río, tres sets en Indian Wells, tres sets en Miami, tres sets aquí, y no gané ni uno solo. Así que ese es el problema”, reconoció Zverev al finalizar el juego.

Al ser cuestionado sobre qué podría estar causando todas las derrotas tan ajustadas, dijo sin rodeos que: “no tengo ni idea ahora mismo. Llevo meses intentándolo. Ya no lo sé”.

El de Hamburgo, Alemania, demostró que sigue con la brújula descompuesta en esta primera parte de la temporada. Tras perder frente a Sinner en la Final del Australian Open y quedarse de nueva cuenta sin su ansiado primer cetro de Grand Slam, el alemán apenas ha ganado seis de sus últimos 12 juegos.

De hecho, Alex tuvo un comienzo sólido y consiguió un doble quiebre en el primer set. Todo parecía que sería pan comido para el germano, pero Berrettini sacó bien en la segunda manga. El alemán remontó una desventaja de 5-3 en el set decisivo antes de que el italiano sellara el triunfo con un quiebre en el final.

Fue al final del partido cuando todo cambió para Zverev y recibió un primer quiebre con el que supuso ponerse 4-2 abajo en la segunda manga, que acabó perdiendo. Quedó en una posición muy delicada tras perder de nuevo el servicio y ponerse 4-3 abajo en el tercero. Y aunque logró devolver el quiebre en el décimo game, volvió a ceder el servicio y el italiano le remató en su primer match ball.