AIDA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó este martes, la muerte por feminicidio de la joven Ariadna Fernanda López Díaz, pero también acusó posibles intereses “politiqueros”.

Al confirmar que ya sabía los señalamientos que haría la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, la tarde de ayer sobre la actuación del fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara y el presunto encubrimiento del caso como feminicidio, el jefe del Ejecutivo aseguró que “se está haciendo una investigación a fondo porque parece que se quiso desviar el móvil y la causa del asesinato”, porque la situación que se está viendo “no se debe de permitir”.

Refrendó su apoyo al gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco ante el actuar del fiscal de Morelos en el caso del feminicidio de Ariadna Fernanda “porque es un asunto de justicia que tiene que ver con un asesinato, con la actuación de autoridades y, desde luego es una aberrante violación de derechos humanos, un hecho horrendo”.

Reiteró la necesidad de que se haga una investigación de fondo sin que importe qué autoridad fue la que trató de cambiar los hechos.

Consideró que en estos momentos “no se puede adelantar nada porque, primero deben tenerse las pruebas”, por lo que recomendó, prácticamente instruyó, que el caso lo atraiga la Fiscalía General de la República (FGR), “con un enfoque de derechos humanos” para que se resuelva el caso lo más pronto posible.

López Obrador reiteró su total apoyo a Claudia Sheinbaum y a Cuauhtémoc Blanco, pues aseveró que, al mandatario morelense “porque le han hecho la vida imposible en lo político, por intereses de la delincuencia organizada y la de cuello blanco”.

Aseveró que la autoridad “debe parecer y ser honesta” y actuar siempre con rectitud.

Cuestionó el que la reforma que se hizo en su momento “no fue correcta, porque fiscales generales y fiscales anticorrupción, los nombraron los gobernadores, con posibilidad de que puedan permanecer seis, 12 o más años”.

En ese sentido, ejemplificó el caso del fiscal de Guanajuato, Carlos Zamarripa Aguirre, quien lleva 14 años y “pertenece a un grupo que tiene muchísimo poder y no lo pueden mover”.

De igual forma, menciona el caso del fiscal de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz, de quien que cuando lo cambiaron “se redujo la incidencia delictiva”.

En este caso “estoy planteando que se ponga por encima la justicia, porque luego hay intereses de grupos, politiqueros, ahí en el caso de Morelos, en todos lados. Es la lucha del poder por el poder. Son unos ambiciosos vulgares”, aseveró.