Apuesta Andrés Manuel a la vacuna y a la emoción

2, junio 2021

A cinco días de la elección más grande en la historia de México y en la que se juega el resto del sexenio, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador apuesta a las emociones, al sentimiento de los mexicanos para conseguir votos.

¿Cómo?

Con la vacuna.

Los cálculos, los tiempos, así fueron proyectados.

Que ha sido complicado conseguir las dosis, cierto.

Que apenas se ha aplicado a unos 30 millones de mexicanos, también.

Pero que en mayo se aceleró el ritmo y que se alcanzó una velocidad no vista desde que comenzó la vacunación es innegable.

Todo calculado para llegar al sentimiento y a provocar la sensación de agradecimiento en el marco de una epidemia que ha matado a más de 500 mil mexicanos -oficialmente reconocidos 257 mil 800 entre cifras de SSa e Inegi- , lo que tiene a México en el cuarto sitio en el mundo, sólo detrás de Estados Unidos, Brasil e India.

Y es que lo primero que pasa por la mente cuando se recibe la dosis es un choque de emociones, de sentimientos, transitando del coraje, de la impotencia y de la tristeza por esos miles de mexicanos que han muerto, a la calma, a la seguridad de estar presuntamente protegido del letal coronavirus.

Es ahí donde el gobierno de Andrés Manuel apuesta a recibir el voto de quienes incluso han sufrido alguna pérdida, pero que experimentarían esa sensación y le apoyarían en las urnas pese a todo.

Por eso la aceleración de la aplicación.

Por eso se pasó de la lentitud al sector de la población de 60 y más a la rapidez de los 50-59 y, ahora, de la 40-49.

Con todo y que ayer fue un desastre en el Pepsi Center.

Con todo y que, de pronto, aún falla la logística.

Ha sido un manejo, sin duda, electorero.

Maquiavélico.

 

Voto de castigo

En Palacio Nacional, en el Senado, en la Cámara de Diputados y en Chihuahua 216, sede de Morena y casa de transición de Andrés Manuel, saben perfectamente que se avecina un voto de castigo.

Que ni soñando tendrán los votos de 2018 y que la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, clave para las reformas constitucionales y que actualmente tienen, es muy lejana.

Cualquiera lo atribuiría a que la participación en la elección intermedia es infinitamente inferior a la presidencial, pero con una sociedad politizada, que refleja en redes su presunta mayor participación e interés por lo que sucede en la grilla, se esperaría más interés el próximo domingo.

La caída en la votación para Morena no sólo será por esa baja participación, sino porque pagará el costo, la factura que significa el ejercicio de gobierno.

El desgaste.

 

Oh là là: también LeMonde

The Economist lo llamó falso mesías.

Le Mond critica la hiperpresidencia.

El diario francés censura la intromisión de Andrés Manuel en el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

Hace un recuento sobre los ataques al INAI y al INE, al que pretende desaparecer una vez pasada la elección.

A ver qué dice López Obrador en la mañanera de hoy.

Seguro enviarán a Carlos Pozos -alias Lord Molécula- a preguntar.

A ponerle un bombón para que se luzca.

 

Yo no compro y no me vendo: Hank

– Si hay candidatos que se están vendiendo, yo no compro. Y si hay alguien que los está comprando, yo no me vendo.

Así contestó Jorge Hank Rhon a la afirmación de Lupita Jones, candidata de Va por Baja California, de que le pusieron en la mesa 5 millones de dólares para que declinara a favor del candidato de Encuentro Solidario.

 

Repudio en Tláhuac a Morena

Tere Ramos, diputada sin partido en el Congreso capitalino, podría ganar en Tláhuac. El repudio a Morena por el “incidente” en la L12 es incalculable. Yessica Zamora, de Movimiento Ciudadano, declinó a su favor.

 

Vámonos: Haiga sido, como haiga sido. Calderón no puede ir a votar. Es positivo a Covid-19.

 

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