Foto: X/ Clarabrugada La Ciudad de México registró en junio de 2025 el volumen de lluvia más alto en más de dos décadas, con un acumulado superior a los 220 millones de metros cúbicos, indicó el secretario del Agua, Mario Esparza Hernández, al informar que el gobierno central cuenta con un nuevo modelo de gestión hídrica basado en la captación pluvial, la infiltración al subsuelo, el tratamiento y reúso, así como el fortalecimiento del sistema de drenaje.
Al asegurar que el drenaje profundo de la ciudad opera con normalidad, advirtió que la Ciudad de México enfrenta un riesgo constante por la acumulación de basura en alcantarillas, escurrimientos y cañadas.
Por lo anterior, aseguró que con la implementación del protocolo del “Plan Tlahoc”, se han evitado mayores afectaciones a la población y que incluye monitoreo constante, acciones preventivas y el uso de equipos de bombeo y limpieza en puntos críticos.
Durante la conferencia semanal que encabeza la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, informó que el nuevo enfoque de gestión se basa en un modelo de cuenca y regeneración hídrica.
Como parte de esta estrategia, se están interviniendo 100 sitios en la ciudad con infraestructura para infiltración de agua de lluvia, con el objetivo de recargar los acuíferos y reducir el escurrimiento superficial, por lo que, indicó se rehabilitarán 25 plantas tratadoras de agua que permitirán duplicar o incluso triplicar la capacidad de tratamiento y reúso en la ciudad.
A nivel doméstico, explicó, se ampliará el programa de cosecha de agua de lluvia en viviendas, con la meta de fomentar la autosuficiencia hídrica en los hogares y reducir la dependencia del sistema Cutzamala.
Este programa indicó que se incluirán nuevas ecotecnologías como paneles solares y sistemas de tratamiento doméstico, en el marco de un proyecto piloto de casas ecológicas que se dará a conocer próximamente.
Por su parte, la jefa de Gobierno, Clara Brugada señaló que otro eje de la estrategia es el uso del espacio público para captar, filtrar y almacenar agua de lluvia. Un ejemplo es la intervención en el vaso regulador El Salado, en Iztapalapa, donde se desarrollará una infraestructura híbrida que funcionará como área de captación pluvial en temporada de lluvias y como parque urbano el resto del año y se rehabilitarán presas urbanas y cuerpos de agua subutilizados, con el objetivo de integrarlos al sistema de abastecimiento local.
Brugada Molina se comprometió también a presentar, en los próximos días un reporte con los avances de cada obra y los sitios donde ya operan los sistemas de captación e infiltración.
Aseguró que, con estas medidas, su administración busca transitar hacia un modelo de ciudad esponja, capaz de retener, filtrar y reutilizar el agua, con una visión de largo plazo que considere los efectos del cambio climático, la presión sobre los acuíferos y la necesidad de garantizar el acceso equitativo al agua como derecho humano.
Finalmente, hizo un llamado a la ciudadanía a evitar tirar basura en la vía pública, pues este comportamiento es actualmente uno de los principales factores de riesgo en el funcionamiento del drenaje durante la temporada de lluvias.
