Sergio Pérez se encuentra en las horas más cruciales de la álgida situación que vive con Red Bull Racing. Diversas versiones apuntan a que el mexicano correrá este fin de semana por última vez con el equipo de las bebidas energéticas, pues lo único que lo ha mantenido en su asiento como coequipero del tetracampeón mundial Max Verstappen, ha sido su contrato respaldado por cláusulas que blindaron al tapatío contra los recurrentes malos tratos desde Milton Keynes contra sus pilotos.
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Y es que si algo ha distinguido a la escudería de origen austriaco es el desechar a sus conductores sin tentarse el corazón. Así ha ocurrido con Daniel Ricciardo, Carlos Sainz, Daniil Kvyat, Jaime Alguersuari; Nyck de Vries, Pierre Gasly y Alex Albon para dejar su lugar precisamente a Pérez Mendoza, solo por mencionar algunos. Pero ahora, el tapatío les ha dado una cucharada de su propio chocolate a los máximos jerarcas de la empresa de los toros rojos.
El azteca de 34 años de edad es octavo en el Campeonato Mundial de Pilotos con 152 puntos, pero desde el descanso de mitad de temporada sólo ha anotado 21 unidades. De hecho, desde que terminó la gira europea, sólo ha sumado nueve, algo que en palabras del director de Red Bull Racing, Christian Horner, es “insostenible”.
A partir de la carrera del fin de semana pasado en Qatar, la defensa del título de constructores quedó extinguida para los de Milton Keynes gracias a la irrupción de McLaren. Pero también, en buena medida, por los malos resultados de Sergio Michel. Ya solo les queda terminar segundo como consuelo, pero primero debe restar 38 puntos a Ferrari.
Red Bull necesitaría que ambos pilotos del Cavallino Rampante se retiraran, que Verstappen ganara el gran premio con la vuelta más rápida y que Pérez terminara cuarto o más arriba. El problema es que el de Guadalajara, Jalisco, no ha terminado más arriba del sexto lugar desde el Gran Premio de Miami de mayo, hace siete meses atrás.
Desde hace meses, Pérez se ha quejado de las pésimas condiciones de su auto, así como de las estrategias de Hugh Bird, el ingeniero de carreras de Checo, a quien, si bien, no ha señalado directamente, ha sido evidente su inconformidad con muchas de sus decisiones. En contraste con el obvio mejor estado del RB20 de ‘Mad Max’, las suposiciones sobre un posible desencanto del equipo con el azteca, a quien no podrían correr como suelen hacer debido a su contrato, cobran cada vez más fuerza.
Por eso es que la actitud de Sergio Pérez es mucho más relajada de lo que podría suponerse ante un momento tan complejo como lo es su futuro en la F1. La razón, es que cuenta con el respaldo de Julian Jakobi, su representante, quien es conocido en el mundo motor por no dejar un solo cabo suelto en sus negociaciones. Y sabedor de las formas que tiene Red Bull cuando quiere desechar a un piloto, el británico extremó medidas.
Jakobi, es ni más ni menos que el mismo hombre al que se encomendó Ayrton Senna para cumplir con sus deseos y caprichos en el Gran Circo. De hecho, en 1992 Julian dejó a la empresa IMG para centrarse únicamente en el brasileño como su mánager y en el jefe de la rama internacional de su organización. Durante la temporada de 1993, lo ayudó a gestionar sus extravagantes negociaciones con McLaren cuando le llevó dos contratos para que eligiera entre los de Woking y Williams.
A ese grado complacía a Senna y cuidaba meticulosamente cada detalle. Tras la muerte de Ayrton, en 1997 fundó la firma Stellar Management Group, con el cual se convirtió en agente de diversos pilotos, entre ellos del canadiense Jacques Villeneuve, Y finalmente, en 2010 fundó GP Sports Management, la cual dirige en la actualidad y con la cual representa a Checo Pérez desde 2013.
“Checo está recibiendo consejos de nosotros”, dijo Jakobi en noviembre de aquel año, sin llegar a confirmar un acuerdo formal de gestión, debido a la confidencialidad con la que se ha manejado siempre.
El acercamiento ocurrió justo cuando Pérez se separó de su exmánager Adrián Fernández a principios de ese año, cuando culpó a ‘El Cuate’ de haber gestionado de pésima forma su acuerdo con McLaren, de donde fue desechado tras un año titubeante con los de Woking.
“Checo lo había hecho muy bien en Sauber en los primeros años, probablemente el lugar adecuado para él, pero luego, Adrián Fernández se convenció de que la mejor ruta era llevarlo a McLaren. Probablemente no era el mejor momento para ir ahí, yo nunca habría firmado ese contrato, porque si lo piensas, en ese momento estaban Jenson Button y Checo en McLaren. Cuando te mudas a un equipo donde hay un piloto experimentado como Jenson, te lleva tiempo ponerte al día y entender cómo funcionan las cosas”, dijo Jakobi al podcast ‘Beyond the grid’ hace unos años.
Es así como gracias a la experiencia que adquirió Julian Jakobi con Ayrton Senna, se sumó a los malos tratos de McLaren con Checo Pérez para que el mexicano decidiera que nunca más sería tratado de esa forma al sumar esfuerzos con el mejor representante de la grilla. Ahora, el tapatío se muestra relajado y seguro de que Red Bull no le puede hacer lo mismo que a sus antecesores.