Más allá de la exhibida de la que fue objeto la Secretaria de Turismo de la Ciudad de México, Paola Félix Díaz, por viajar en vuelo privado en un avión en que se descubrieron 35 mil dólares en efectivo, fue el escándalo de una boda fifí que quería pasar oculta.

Nunca se imaginó Santiago Nieto, ni su ahora esposa Carla Humphrey, que sus nupcias fueran ampliamente conocidas y sobre todo criticadas por no corresponder al austero estilo impuesto por el presidente López Obrador y su cuarta transformación.

El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que ha congelado miles de cuentas bancarias sospechosas de manejo ilegal de capitales, invirtió no poco dinero en su boda realizada en Antigua, Guatemala, con 300 invitados entre los que se encontraban gobernadores, exgobernadores, funcionarios federales, ministros de la corte, Diputados y Senadores.

Al estilo priista o panista, Nieto se unió a la Consejera Electoral en una fiesta planeada desde meses antes con todo lujo de detalles, y ni siquiera en su país, si no en uno vecino al que los invitados deberían llegar en avión.

No hubo prudencia ni sensatez en ninguno de los cónyuges, ni siquiera entre los invitados asistentes que no dejaron de presumir su asistencia a tan fastuosa boba en sus redes sociales.

Por todo ello, las consecuencias para el nuevo matrimonio no fueron sólo el vituperio social pues el presidente dijo en su mañanera que “respondan los servidores públicos involucrados y, si hay delito que perseguir, que se actué, que no haya impunidad para nadie”, y Nieto tuvo que renunciar. En su lugar llegó Pablo Gómez.

Por lo que se sabe, hasta hoy no hay delito que perseguir, pero si la  ignominia en que cayeron Santiago y Carla.

SUSURROS

Las críticas al manejo económico del actual régimen no cesan por parte de dirigentes políticos de oposición y algunos empresarios, sobre los que cayó como cubeta de agua fría lo expresado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que este sexenio ha sabido mantener “satisfactoriamente la estabilidad económica” nacional.

A pesar del desafiante periodo trascurrido por la pandemia por Covid-19, el país ha logrado combatir la evasión fiscal con lo que se ha logrado superar, en más de 12 mil millones de pesos, la recaudación fiscal prevista en los primeros nueve meses de este año.

El FMI mantiene su previsión de un crecimiento del PIB en 6.2 por ciento para este año y de cuatro por ciento para el 2022.

Debe resaltarse que estos resultados se han logrado sin planes de choque económico ni con las clásicas recomendaciones del FMI impuestas a países en crisis lo cual ha sido muy positivo.

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