Entre pancartas, críticas, gritos y acusaciones, diputados de Morena, el Partido del Trabajo y el PVEM aprobaron la reforma constitucional para adscribir a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la tercera reforma del Plan C presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 5 de febrero.

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Con 362 votos a favor y 133 en contra, se avaló en lo general por mayoría calificada la iniciativa de reforma a los artículos 13, 16, 21, 32, 55, 73, 76, 78, 82, 89, 123 y 129 de la Constitución Política, en materia de Guardia Nacional.

Con este cambio, que deberá ser ratificada por el Senado de la República, se transfiere a la Guardia Nacional al mando de la Secretaría de la Defensa Nacional, con lo que deja der ser una institución policial de carácter civil para convertirse en una fuerza de seguridad pública profesional y permanente, con personal de origen militar y formación policial.

Asimismo, tendrá la facultad de investigar delitos, aunque bajo el mando del Ministerio Público y se estipula que su titular será un general de división, designado por el presidente de la República y ratificado por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y el Senado.

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Asimismo, establece que el ejecutivo federal dispondrá lo conducente para que el personal procedente de la extinta Policía Federal cese de prestar sus servicios en la Guardia Nacional y quede adscrito a la Secretaría del ramo de Seguridad Pública, conservando sus derechos laborales adquiridos.