Campesinos tensan la capital con bloqueos, tractores y un Congreso cercado

Productores de Veracruz, Puebla, Tlaxcala y del norte del país llegaron este miércoles a San Lázaro en una jornada de bloqueos, cierres y creciente malestar por la reforma a la Ley de Aguas, rumbo a un jueves decisivo



Foto: Omar Flores/El Sol de México

A primera hora, la caravana de tractores se abrió paso desde la zona del Lago de Texcoco hacia el oriente de la ciudad, con motores que crujieron entre el frío matutino y banderas tricolores que dieron a la protesta un tono de urgencia frente al debate legislativo previsto para este jueves.

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En avenida 602, un operativo vial frenó por momentos el avance y detonó reclamos entre automovilistas atrapados; aun así, los productores retomaron la marcha hasta llegar a San Lázaro, donde los accesos quedaron cercados por maquinaria agrícola y carteles que exigieron detener el dictamen.

Mientras la comisión legislativa ajustaba más de 50 puntos del proyecto, afuera se multiplicaron testimonios como el de Octavio Lomelí, agricultor tlaxcalteca, quien sostuvo que la reforma ponía en riesgo la continuidad del riego y, con ello, la supervivencia de la producción familiar.

A la mitad del día, los contingentes de Tlaxcala y Puebla colocaron lonas a la sombra de los tractores, repartieron café y siguieron la discusión por radio, en un ambiente que mezcló vigilancia, desconfianza y la sensación de que todo dependía del tablero electrónico del pleno.

Fuera de la capital, los bloqueos presionaron la red carretera: en la autopista México Puebla, a la altura de Acatzingo Mendoza, una fila de más de 50 kilómetros detuvo la marcha de camiones de carga, cuyos conductores encendieron quemadores para calentar comida y pasaron horas sin avance.

En Chihuahua, los puentes Córdova Américas, Zaragoza, Santa Teresa y Guadalupe Tornillo registraron cierres totales; productores con maquinaria atravesada afirmaron que no moverían un solo vehículo hasta que vieran reflejada su demanda central: seguridad jurídica sobre el uso del agua.

La Confederación Nacional Campesina (CNC) confirmó bloqueos intermitentes en Guanajuato, Zacatecas, Jalisco, Veracruz y Baja California, con grupos listos para moverse según el rumbo de la votación; en la federal 45, una caravana de tractores avanzó en fila lenta, saludados por pobladores que ofrecieron agua y comida.

En paralelo, transportistas advirtieron sobre pérdidas económicas por combustible, tarifas incumplidas y retrasos en cadenas de suministro, y reclamaron que el conflicto por la ley de aguas se tradujo en largas horas de espera en autopistas, casetas y cruces fronterizos sin un plan de atención directa.

Dentro de San Lázaro, la mayoría oficialista avanzó en comisiones con más de 50 cambios al dictamen, incluido el “uso agropecuario familiar”, mientras afuera esperaban los tractores con banderas mexicanas y consignas en defensa del agua.

Al caer la tarde, una parte del contingente en San Lázaro optó por retirarse, aunque otros advirtieron que se quedarían hasta el jueves y asistirían el sábado al mitin por los siete años de Morena en el poder, un mensaje que tensó aún más la relación con la autoridad federal.

Al cierre de la jornada, la explanada del Congreso quedó marcada por termos vacíos, motores apagados y un clima de espera que anticipó un 4 de diciembre dominado por bloqueos, caravanas y una reforma hídrica que puso al país en vilo entre el campo y la capital.