MARITZA L. FÉLIX Hay mitos que son sencillos de contrarrestar. Después de la vacuna contra el coronavirus no había cuchara que se me quedara pegada en el brazo como aseguraban algunos conspiradores en la pandemia. Tampoco se me cayó el pelo, mi comadre no quedó estéril y mi hija sí se contagió, a pesar de
Lucrar con el dolor ajeno
MARITZA L. FÉLIX Hay mitos que son sencillos de contrarrestar. Después de la vacuna contra el coronavirus no había cuchara que se me quedara pegada en el brazo como aseguraban algunos conspiradores en la pandemia. Tampoco se me cayó el pelo, mi comadre no quedó estéril y mi hija sí se contagió, a pesar de




