Muy probablemente ChatGPT no significa nada para la mayoría de la población, pero puede representar un cambio importante para el futuro de la humanidad. Es un sistema de inteligencia artificial que puede mantener una conversación e incluso crear ensayos universitarios sin necesidad de plagiar o copiar, presentando documentos perfectamente coherentes que muy difícilmente se podrían distinguir de los elaborados por un ser humano con cierto nivel de cultura y preparación.

Este programa nos avanza en la singularidad, descrita en el libro La singularidad está cerca de Ray Kurzweil, en el que señala que la inteligencia artificial hará obsoleta la mente humana, ya que todo lo podrán hacer las máquinas más rápido y mejor, como ha sucedido con las herramientas o los medios de transporte con respecto al cuerpo humano. Las máquinas podrán producir máquinas, y como ya pasa, aprender de otras máquinas. Esta idea se antoja aterradora, ya que es un modelo que podría excluir a otros empleos como analistas financieros, economistas, abogados, entre otras profesiones.

Así como la revolución industrial fue la semilla de la exclusión que hoy vemos, esta revolución podría generar una desigualdad aún mayor. Este programa pareciera una señal de lo que nos puede esperar como humanidad, una dualidad que aterra y esperanza. Se podrán generar avances científicos y económicos importantes, sin embargo, en el empleo podría ser brutal si los estados no toman las medidas compensatorias y preventivas, en los cuales se considere como fundamental la dignidad humana y el sentido de la comunidad.

Hasta hoy, ChatGPT ha tenido respuestas en los medios académicos, ya que puede hacer ensayos, tareas o incluso responder exámenes. Como respuesta, el creador Open AI, fundada por Elon Musk, lanzó una nueva aplicación llamada AI Text Classifier, la cual podrá detectar los textos escritos por inteligencia artificial. También universidades de Estados Unidos tomaron la medida de bloquear ChatGPT de las computadoras escolares, mientras que otras como SciencePo en Paris, amenazaron de expulsar a cualquier estudiante que la use para producir trabajos.

Frente a este bravo y nuevo mundo, como describía Miranda en La Tempestad, es necesario tener claridad, no se puede huir de esto porque las demás naciones, empresas y gobiernos lo aprovecharán, por lo que es fundamental prepararnos pero sobre todo, que la investigación tecnológica esté vinculada a un sentido de desarrollo humano, y que la tecnología sea una mecanismo de crecimiento y desarrollo para la humanidad, y no una nueva fórmula de explotación y exclusión.

Así como la izquierda que hoy conocemos se formó como una respuesta a la revolución industrial, ahora tenemos que pensar la izquierda a partir de esta nueva realidad. De no hacerlo, el mercado y la derecha crearán un mecanismo de dominación que difícilmente se podrá revertir.

@LuisH_Fernandez