Martín Avilés / Ovaciones
Foto: Reuters
Con una gorra que más parece una pintura que representa los frondosos cerezos de Japón, Checo Pérez se pasea por el Circuito de Suzuka, donde apenas ha conseguido un podio a lo largo de su longeva carrera en la Fórmula 1. La suerte suele darla la espalda cuando compite en territorio del Sol Naciente, pero esta vez, la motivación de poder sacarse la espina clavada el año pasado y poder acercarse un poco más a Max Verstappen, lo mantiene estoico.
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Luego de que diversas complicaciones truncaran su camino en el pasado Gran Premio de Australia, donde finalizó quinto, el piloto tapatío de Red Bull quiere tomar revancha en Japón, lugar en el que en 2023 quedó fuera de la carrera como ya le ocurrió en dos ocasiones allí. Por esta razón, tiene doble motivación este fin de semana.
“Australia no fue el mejor momento vivido por el equipo. Hemos superado momentos como estos con anterioridad. Queremos regresar al podio este fin de semana. Ya tengo ganas de que llegue el momento de rodar porque Japón siempre es una genial carrera en el calendario. Este año vamos mucho antes, lo que va a hacer las cosas interesantes”, dijo el jalisciense en conferencia de prensa.
Con Red Bull, el azteca de 34 años de edad ha vivido una montaña rusa de emociones en el circuito nipón, pues fue con el equipo de las bebidas energéticas con el que ha podido conseguir su único podio ahí, cuando en 2022 fue segundo, sin embargo, al año siguiente tuvo que abandonar la competencia. Pero las luces neón, el sushi y su cultura en general hacen que valga la pena para Checo esta carrera.
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“Me encanta ir a Tokio antes de que arranque la semana de carreras, la comida japonesa es una de mis favoritas, así que me aseguraré de disfrutar de esto antes de llegar a Suzuka y centrarme en la carrera. En este circuito las carreras son siempre emocionantes; y entrar hacia abajo en la primera curva es algo icónico en este deporte; es divertido salir en cabeza de esa zona”, comentó.
Tokio y su colorido folclor le han ayudado a sacarse un poco de la cabeza el pésimo desempeño de su auto en Albert Park, donde hace unos días padeció desde la clasificación, al haber sido sancionado con tres posiciones, mientras que en la carrera no pudo acercárseles a los Ferrari de Carlos Sainz y Charles Leclerc.
“Fue una pena tanto la penalización que tuvimos, como los daños en carrera”, sentenció Pérez, quien presume 46 unidades, una menos que el monegasco del Cavallino Rampante, mientras que su coequipero neerlandés domina la clasificación con 51 puntos a pesar de que no sumó en Melbourne.
