La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) otorgó el reconocimiento de Patrimonio Mundial Natural y Cultural de la Humanidad a la Ruta Wixárika, en una declaratoria histórica que consagra este corredor como la primera tradición indígena viva en América Latina inscrita bajo esta categoría.

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Durante la conferencia matutina en palacio nacional, Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) explicó que esta declaratoria se dio tras un esfuerzo de tres décadas y sentenció que se había complicado por intereses particulares, pero finalmente se dio.

Precisó que México es el país de América Latina con más sitios declarados patrimonio y el séptimo a nivel mundial y resaltó que por primera vez una tradición cultural indígena viva, una geografía viva, es inscrita y con esto México llega a 36 sitios existentes registrados.

La Ruta Wixárika abarca más de 500 kilómetros de territorio que conectan 20 sitios sagrados para el pueblo wixárika (huichol), cruzando los estados de Nayarit, Durango, Zacatecas, Jalisco y San Luis Potosí.

El trayecto representa un peregrinaje ancestral en el que los wixaritari rinden tributo a elementos clave de su cosmovisión: el venado, el maíz, el águila real y el peyote, símbolos sagrados relacionados con la fertilidad, la conexión con los dioses y el equilibrio espiritual.

Agregó que la declaratoria reconoce no solo el valor histórico de la ruta, sino su vigencia cultural y espiritual, ya que continúa siendo transitada por las comunidades indígenas en sus ceremonias y rituales anuales. Entre los lugares más emblemáticos se encuentran Tatei Jaramara (la Madre del Mar), Huaxa Manaka (el sitio de origen), Tuapurie (santuario de oraciones) y Wirikuta, considerado el centro espiritual de la creación.

Por su lado Claudia Morales Reza, titular de la Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación de origen wixárika, resaltó la importancia de que la Unesco reconozca la cosmovisión de dicha etnia, lo cual no se hubiera logrado sin el apoyo de la presidenta Sheinbaum.

Como invitada especial por ser originaria de esa etnia, llamó a los integrantes de su cultura a seguir ejerciendo sus usos y costumbres con orgullo.