Aunque el itinerario se definió sobre la marcha, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que viajaría a Washington en una aeronave de la Secretaria de la Defensa Nacional para sostener un encuentro previo con Donald Trump y Mark Carney en la antesala del sorteo mundialista que la FIFA programó en el Kennedy Center.
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Mientras la presidenta describió el viaje como breve, explicó que la escala estadounidense abriría espacio para una comunicación política directa entre los tres mandatarios norteamericanos, quienes participarían por primera ocasión en un acto de carácter deportivo como jefes de Estado de cada país anfitrión.
La agenda iniciaría con el traslado vespertino desde México, el alojamiento en un hotel de la capital estadounidense y la reunión con Trump y Carney antes del acto protocolario donde se determinarían los grupos de la Copa Mundial 2026 que compartirán México, Estados Unidos y Canadá.
Desde la conferencia matutina, Sheinbaum apuntó que el intercambio con Trump sería breve por la programación del acto de FIFA, aunque subrayó la importancia de sostener ese primer acercamiento presidencial desde su toma de posesión, justo en un contexto donde la relación bilateral atraviesa tensiones comerciales y discusiones migratorias.
Junto a ello, la mandataria indicó que el encuentro con Mark Carney tendría el mismo formato acotado por agenda, al tratarse de una conversación puntual sobre temas regionales y cooperación en vísperas del torneo de futbol que unirá a las tres naciones.
Respecto al acto mundialista, Sheinbaum explicó que México encabezaría uno de los grupos y que la ceremonia tendría una duración limitada, centrada en la extracción de las esferas que asignarán las llaves preliminares del campeonato que arrancará en junio de 2026.
Tras el segmento oficial, la presidenta asistiría a un encuentro con connacionales residentes en Estados Unidos como parte del acercamiento frecuente que ha buscado mantener con las comunidades migrantes desde antes de asumir la jefatura del Ejecutivo.
Además, Sheinbaum puntualizó que el regreso a México ocurriría la misma noche del viernes para atender actividades del sábado y sostener un domingo de trabajo previo al reinicio de sus giras regulares.
La presidenta confirmó que la conferencia matutina del viernes quedaría a cargo de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, quien conduciría la comunicación diaria mientras la titular del Ejecutivo permaneciera en Washington.
Por otra parte, la mandataria mencionó que el 24 de diciembre evaluaría ajustes de agenda y posibles descansos para la prensa, sin precisar aún el formato de comunicación que adoptará en los últimos días del año.
