¿Compras de último momento?: desafíos del comercio electrónico

24, diciembre 2023

BORIS BERENZON

La selección de películas navideñas populares en Disney+ presenta un homenaje a los noventa con los títulos de Mi pobre angelito, Milagro en la calle 34, la serie completa de Santa Cláusula y El regalo prometido. En la última, el protagonista, representado por Arnold Schwarzenegger, se la pasa recorriendo las tiendas de la ciudad con el afán de encontrar un juguete del superhéroe de moda para su hijo; lo que se convierte en un verdadero calvario considerando que en las fechas cercanas a Navidad las tiendas son vaciadas por los compradores, haciendo la tarea verdaderamente titánica.

Sin afán de negar el ánimo y la popularidad de las compras presenciales, que, sobre todo en estas épocas, se convierten en una afición para las familias de clase media, el comercio electrónico está ganando terreno y es una alternativa interesante para las compras de último momento. Mi hijo pequeño me preguntó viendo la película: “¿Por qué no pidió el juguete por Amazon o Mercado Libre? Nada más tenía que pagar el envío inmediato”. Las nuevas generaciones tienen muy claro que la web 2.0 es un espacio de compra y venta y que ofrece algunas ventajas con respecto a la compra presencial.

Aunque acudir por los regalos navideños a las grandes tiendas tiene su encanto, también supone enfrentarse a las hordas de compradores, al hartazgo de los vendedores y acomodadores, a las largas filas, precios elevados y estacionamientos saturados. Algunos de estos temas pueden controlarse por medio del comercio electrónico. Si bien, la tendencia de los precios en esta época va al alza, es posible comparar en más de una plataforma las opciones y buscar algún descuento (lo que de por sí es recomendable, aunque la compra sea presencial). También es posible conseguir productos de tiendas o bodegas más alejadas, aunque siempre está el albur de no recibir el envío a tiempo; no obstante, casi siempre se puede pedir un envío inmediato, claro, por un precio extra.

Las compras por internet pueden ser sumamente cómodas y, si se llevan a cabo en un Marketplace reconocido, tienden a ser seguras en el manejo de tarjetas o cuentas de PayPal y otros datos sensibles que el usuario introduce en los perfiles; también en la garantía ante objetos dañados o que no corresponden con las expectativas del comprador. Esto es especialmente útil cuando se trata de ropa y calzado, pues, a diferencia de las tiendas físicas donde es posible probarse los productos antes de llevarlos a casa, en el comercio electrónico se camina a ciegas.

Además, el comercio electrónico tiene una vertiente que está creciendo en nuestro país, la del encuentro personal para el intercambio entre el proveedor y el comprador sin intervención de la plataforma. Es el caso de las llamadas “nenis” de quienes ya hemos hablado antes, mujeres (en su mayoría) que aprovechan estos espacios para complementar la economía familiar. Sin embargo, no está de más recordar que en este momento del año los índices de criminalidad se disparan, por lo que es recomendable tomar en cuenta la seguridad al contactar a vendedor.

De todas maneras, la gente que suele dar regalos esta noche tiende a prepararse con antelación, así que si es uno de los mexicanos que deja todo al último (y créame, no le juzgo porque me ha pasado) es conveniente considerar el comercio electrónico. Algunos envíos podrían llegar el mismo día, aunque es complicado por la fecha. También puede probar los servicios que ofrecen Uber Eats y Rappi que tienen listas de tiendas cada vez más largas y variadas, y los repartidores hacen las compras por usted y las entregan casi de inmediato.

Pero si la premura es demasiada y el comercio electrónico no le convence, y por supuesto está dispuesto a enfrentar a las hordas de compradores en las tiendas, trate de planear lo que busca y considere algunas opciones de sustitución para no tomar decisiones de último momento. Tenga cuidado con el manejo de sus tarjetas y dinero en efectivo y busque lugares seguros y confiables. Ojalá que las compras de último momento no le estallen la cabeza.

¡Feliz Nochebuena y feliz Navidad!