Con los ánimos más calmados y con pendientes legislativos, diputados y senadores que integraron la Comisión Permanente clausuraron el periodo correspondiente al Segundo Receso del Tercer Año de Ejercicio de la LXV Legislatura.

Los agradecimientos, reconocimientos, reproches y llamados al diálogo habían predominado el discurso de los participantes en la tribuna, así como los festejos de que Morena y aliados hayan obtenido la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.

Mientras los morenistas y aliados resaltaban los logros de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y vaticinaban un futuro promisorio con Claudia Sheinbaum Pardo a partir del 1 de octubre, la senadora del Partido Revolucionario Institucional hacía un llamado a la cordura en el próximo sexenio y advertía a la vez que “sobrevalorar el peso de las mayorías puede llevar al totalitarismo”.

La priísta, a quien momentos antes se le había reconocido los llamados que hizo al diálogo y a mantener un debate a la altura de las circunstancias pero que siempre le fue negado por el partido oficialista y que incluso recibió un sin número de descalificaciones por su origen partidista, pidió a la próxima presidente de México y a su partido no detener la evolución democrática de México y a que con el respaldo mayoritario del pueblo que han obtenido, sepan leer a profundidad la historia de México y no se enseñoreen en su victoria”.

La legisladora tras reconocer y agradecer el trabajo de sus coordinadores parlamentarios, Manuel Añorve, Miguel Ángel Osorio Chong, así como a Rubén Moreira y al morenista Ricardo Monreal, afirmó que ella sí tenía autoridad moral para hablar ya que ha participado con convicción democrática en el desmantelamiento del régimen del partido hegemónico como lo fue en su momento el PRI, dijo que veía con preocupación su posible reproducción después de las actitudes y mayoría calificada que tendrán en la próxima legislatura Morena y aliados.

“Deseo, creer, señaló, que los atisbos de autoritarismo que empañan el horizonte del ejercicio del gobierno de la primera mujer presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien tiene una trayectoria que nos llevaría a suponer su convicción democrática, queden sólo en barruntos de tormenta y no se descarrile la República democrática federalista con división de poderes, respeto a la pluralidad, la libertad de expresión y los derechos humanos”.

Paredes Rangel pidió que el respeto a la voluntad mayoritaria “no suponga desconocer los valores y razones de las minorías, ya que sobrevalorar el peso de las mayorías puede llevar al totalitariso”, por lo que manifestó su deseo de que haya una República donde haya justicia para todos.