Cooperación y lucha contra las drogas México-EUA

28, septiembre 2023

RICARDO MONREAL

La cooperación y la lucha contra las drogas entre nuestro país y la Unión Americana se ha estrechado de manera importante en los últimos años, sobre todo en materia de fentanilo, un opiáceo 50 veces más potente que la heroína. Tan sólo en 2022, fallecieron por sobredosis 107,000 estadounidenses, como lo señaló Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca.

La colaboración entre ambas naciones para combatir el tráfico de estupefacientes se encuentra más clarificada y regulada en beneficio mutuo y, particularmente, de nuestra soberanía. El presidente López Obrador señaló en 2020 que los agentes estadounidenses procedían con libertad en México, con la anuencia de las autoridades, pero que ya no era así. Y es que las actividades de cualquier agente extranjero, incluidas las operaciones antidrogas, están mejor reglamentadas desde 2021 en nuestra Ley de Seguridad Nacional, lo que da mayor certidumbre jurídica a todas las partes.

Cabe insistir en que la cooperación bilateral no se ha detenido, sino incrementado, y prueba de ello son los instrumentos y acuerdos entre ambos países, como el Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad México-Estados Unidos, a partir del cual se adoptó, en 2021, el Entendimiento Bicentenario, un mecanismo que aborda el fenómeno y la problemática de las drogas en las dos naciones, a más de otras cuestiones.

Por ello llaman la atención diversas declaraciones de algunos funcionarios estadounidenses, quienes afirman que nuestro país no comparte con Estados Unidos suficiente información sobre la incautación de fentanilo y sus precursores; que no dedica los recursos necesarios en la ofensiva contra esta droga sintética; que no persigue a cabalidad a los laboratorios clandestinos de drogas, o que no arresta ni extradita a un número aceptable de narcotraficantes.

México está haciendo esfuerzos muy importantes en la ofensiva contra el flagelo de las drogas. Baste compartir algunas cifras de la Secretaría de Marina respecto a ese combate (en el que desde luego también participan otros actores institucionales): desde el inicio de 2023 hasta ahora, el personal naval ha asegurado 40.9 toneladas de cocaína en el mar, así como 242 toneladas de metanfetaminas y 350 toneladas de precursores químicos en tierra. Un total de 633 toneladas.

Se aseguraron, inhabilitaron y destruyeron 141 toneladas de carga que contenía metanfetamina y cocaína, tanto en las aduanas marítimas como en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México. También durante este año, en las costas de nuestro país se detectaron 59 embarcaciones ⎯tres semisumergibles⎯, se detuvo a 195 personas y se destruyeron 131 laboratorios clandestinos que elaboraban drogas sintéticas.

En el ámbito de la seguridad portuaria, se aseguró un aproximado de 86.8 toneladas de carga que contenía cocaína; 55 toneladas de carga que contenía metanfetamina y 15 toneladas de metanfetamina, así como 7.3 toneladas de sustancias y precursores químicos.

En este contexto, la corresponsabilidad en materia de combate contra el consumo ⎯y no sólo contra la producción⎯ de estupefacientes debe seguir siendo un elemento clave. Por tanto, resulta interesante el lanzamiento, la semana pasada, de la nueva Estrategia para Combatir los Opioides Ilícitos, por parte de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. De acuerdo con esa dependencia, se trata de un enfoque impulsado por la información de inteligencia para desbaratar y desarticular organizaciones delictivas transnacionales y mantener las sustancias peligrosas, como el fentanilo ilícito, fuera de las calles de ese país.

Esto se debe seguir acompañando de estrategias contra el tráfico de armas, contra la pobreza, la desigualdad y la violencia, así como brindar oportunidades de empleo y buenos salarios, y atender a jóvenes en material educativa y laboral.

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