A Cruz Azul no le quedó de otra más que investigar a Iván Alonso, luego de que desde Portugal lo señalaran de haber aceptado tres millones de euros a manera de cláusula de rescisión por Martín Anselmi.

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La Máquina publicó un comunicado en el que expresó que después de desahogar las pruebas que se le exigieron a la dirección deportiva, el área jurídica no encontró elementos para determinar que el directivo uruguayo se comunicó y aceptó el monto señalado, cuando el contrato de Anselmi estipula cinco millones de dólares.

“No existen evidencias que sugieran la aceptación de algún acuerdo para la terminación anticipada de contrato del entrenador Martín Anselmi y su cuerpo técnico”, escribió el club.

Además, indicó que hasta el viernes por la noche, tiempo del centro de México, el Porto no les había mandado ningún documento donde se muestre tal acuerdo.

Por otra parte, reiteró que mantendrán su proceso legal contra Martín Rodrigo Anselmi, por incumplimiento de contrato, si bien el técnico ya está en Portugal para asumir su nuevo puesto de trabajo.

Iván Alonso, manchado una vez más

No es la primera vez que en la carrera de Iván Alonso, su nombre se ve envuelto en situaciones turbias o de escándalo.

Lo más reciente fue tras la eliminación en semifinales ante América, en la que tras sus airados reclamos al cuerpo arbitral, gente de su equipo de trabajo, de nombre Matías Cardaccio, agredió físicamente a un reportero.

En enero del 2024, protagonizó un zafarrancho con Miguel Herrera en los vestidores del Ciudad de los Deportes, lo cual fue registrado por la prensa en el lugar.

A finales de 2023, desde Pachuca la familia Martínez le sugirió a Víctor Velázquez, que no contratara al uruguayo como su nuevo director deportivo, debido a que no “comulgaba con los valores de la institución”.

En aquel momento, se supo que el charrúa fue apartado de Grupo Pachuca, debido a que quería una tajada de cada contratación de futbolistas para los Tuzos.

En 2012 y luego de ser bicampeón de goleo con Toluca, aseveró que tenía problemas del corazón y que por ello se retiraba del futbol, aunque meses después, precisó que otros estudios médicos lo autorizaban para volver a jugar.

Dicha controversia, los Diablos Rojos la llevaron a FIFA ya que el jugador era propiedad del club, pero el uruguayo entonces futbolista, ganó su carta por lo que pudo irse en libertad al Nacional de Montevideo de su país.