De Billie Jean King a Simone Biles, así se ha combatido la desigualdad salarial en el deporte mundial

15, noviembre 2023

MARTÍN AVILÉS

Foto: EFE

Billie Jean King es sinónimo de revolución en el tenis. Su talento con la raqueta parecía estar adelantado a su época, casi tanto como su mentalidad disruptiva. Nacida en Long Beach, California, soñaba con una utópicaigualdad salarial en el deporte blanco, misma que ni medio siglo después ha podido concretarse.

Ganadora de 39 títulos de Grand Slam repartidos en 12 individuales, 16 dobles femenino y 11 en dobles mixto, creó conciencia sobre la disparidad en los ingresos obtenidos a principios de la década de 1970, injusticia que exhibió cuando recibió 2 mil 900 dólares menos que su homólogo masculino en el Abierto de Italia. En el US Open de 1972, King se llevó a casa 15 mil dólares menos que el ganador masculino, Ilie Năstase.

Y no se calló. Su inconformidad causó tal eco, que a partir del año siguiente, en 1973, el Abierto de Estados Unidos entregó el mismo premio en la rama varonil y femenil. Un hito en el deporte mundial que a la fecha es recordado como el paradigma que trazó el rumbo hacia la equidad salarial.

La lista de las 10 atletas mejor pagadas de Forbes ha cambiado radicalmente. Tan solo este año, todas son jugadoras de tenis, mientras que hace una década, la lista incluía mujeres en NASCAR, patinaje sobre hielo y golf. Esto se debe a que el tenis ha tomado medidas para aumentar la igualdad salarial entre sus jugadores masculinos y femeninas, y hoy en día, los cuatro principales torneos de Grand Slam ofrecen premios iguales desde 2007. Camino que trazó King hace 50 años.

En general, el tenis y el surf son los líderes a nivel mundial en equidad salarial. Por ejemplo, la World Surf League, el organismo rector mundial de los surfistas profesionales masculinos y femeninos, ya paga bonificaciones idénticas para mujeres y hombres desde la temporada 2019.

DEPORTES AMATEUR, TIERRA FÉRTIL PARA LA PARIDAD SALARIAL

En deportes no profesionales también hay buenos antecedentes. Desde 1995, el patinaje artístico ha sido un deporte con remuneración igualitaria, aunque en este caso, al tener a exponentes como Michelle Kwan o Nancy Kerrigan al ser un deporte dominado por mujeres, la desigualdad salarial nunca ha sido un problema.

De hecho, en todo caso, el patinaje artístico es un deporte único en el que las mujeres tienen más poder adquisitivo que los hombres. Además, los patrocinios son más fáciles de conseguir para las patinadoras artísticas, pero no tanto para sus homólogos masculinos.

El esquí de fondo es también toda una anomalía, ya que siempre ha tenido paridad en premios en metálico en los eventos. Ya sea la final de la Copa del Mundo o el Campeonato Mundial de Atletismo del IPC, hombres y mujeres siempre reciben recompensas de la misma manera. El problema es que cuando se trata de esquí alpino profesional, la brecha salarial es significativamente amplia.

La diferencia no está en los premios monetarios sino en los contratos negociados por los propios esquiadores. Aunque estos contratos son altamente confidenciales, la esquiadora olímpica y profesional Lindsey Vonn dijo alguna vez que la diferencia es significativa.

Desde 2020, Australia se ha asegurado que sus equipos de cricket masculinos y femeninos obtengan el mismo premio monetario por las victorias en torneos internacionales, en otro ejemplo de paridad salarial.

Según una investigación realizada por la BBC a finales de la década pasada, el 83% de los deportes recompensaban por igual a hombres y mujeres. Sin embargo, esto no significaba que la brecha salarial en el deporte se redujera o desapareciera, pues el 17% de los deportes todavía dejaban una amplia brecha salarial de género de millones de dólares de diferencia.

SIMONE BILES, UN EJEMPLO MODERNO

Ante esta situación, la superestrella de la gimnasia estadounidense Simone Biles, ampliamente considerada como la mejor atleta que jamás haya competido en su deporte, también ha establecido récords fuera del gimnasio. La nativa de Spring, Texas, es la única gimnasta que se encuentra entre las atletas mejor pagadas en más de una década.

Después de los Juegos Olímpicos de Tokio, Biles encabezó la gira “Gold Over America Tour” a través de Estados Unidos, misma que recaudó 19.3 millones de dólares. Se trató de una celebración de poderosas atletas femeninas que representan con orgullo la gimnasia femenina e inspiran a próximas generaciones de atletas.

La gira incluyó exhibiciones en 35 ciudades y contó con la participación de numerosas gimnastas de alto perfil, pero no llevaron a los gimnastas hombres quienes no obtuvieron beneficios de esa fuente de ingresos exclusiva para mujeres. En conjunto, los ingresos de Biles la han convertido en una de las mujeres mejor pagadas del deporte.

Es así como el deporte profesional ha encontrado formas para mejorar la desigualdad salarial, mientras que en el amateur ha proliferado la equidad económica entre hombres y mujeres. Recientemente el Senado de la República aceptó un dictamen para establecer un salario base en favor de los deportistas profesionales en México, un paso importante en esta lucha, pero que deberá ser revisado en todas sus aristas para que no sea el principio del fin de las ligas profesionales femeniles.