Javier Aguirre comenzó con el pie derecho su tercera etapa en la Selección Mexicana, al golear sin mayor problema 3-0 a una muy débil Nueva Zelanda en el Rose Bowl de Pasadena, en el primero de dos juegos en esta Fecha FIFA de septiembre.

Un debut en blandito el que tuvo el Vasco Aguirre, ante un rival muy a modo que le intentó toser un poco al Tri en la parte final del primer tiempo, pero su baja calidad impidió que consiguieran el empate al menos momentáneo, el cual quizá complicaba el trámite del juego.

Más allá del resultado y la presentación de Aguirre con victoria ante un rival menor, hay varios puntos que siguen sin resolverse. El primero, que Santiago Giménez sigue sin poder anotar con la Selección Mexicana, esté el técnico que esté y aunque lo sigan poniendo de titular. El delantero del Feyenoord tuvo sus chances en este cotejo, pero nada más el gol no le llega desde la Final de la Copa Oro ante Panamá en Julio del 2023.

El segundo punto, que la defensa mexicana sigue sufriendo cuando medianamente se le exige, aún sea un rival tan pobre como Nueva Zelanda; porque con la pareja de centrales de César Montes -quien salió de Capitán-, y Johan Vásquez, más de laterales Jesús Gallardo e Israel Reyes, los de Oceanía casi les clavan el empate momentáneo al final del primer tiempo, de no ser porque la cabeza del atacante rival no alcanzó a conectar el esférico dentro del área sin ninguna marca.

El tercero, que el Tri de pronto pierde el hilo del partido y ante un rival que ofrecía poco y nada, poco a poco permitió que Nueva Zelanda se le fuera subiendo a las barbas, lo cual por fortuna como es un equipo malo, no pasó a mayores en el marcador.

Se puede decir que es entre comillas normal en esta Selección, porque apenas fue el primer juego de Javier Aguirre en su regreso al Tri y falta mucho trabajo por delante con apenas cuatro entrenamientos; eso sí, su auxiliar Rafa Márquez, varias veces le pegó de gritos a los defensores y también el Kaiser tendrá que meterle mucho énfasis a esa zona del combinado nacional, porque de pronto se nubla y feo.

Nueva Zelanda aguantó solamente cinco minutos el cero en su portería, porque Orbelín Pineda puso el 1-0 muy temprano en el juego, con un disparo cruzado de derecha dentro del área, luego de que Roberto Alvarado le bajara el esférico ante una muy débil marca.

Desde ahí, México dominó las acciones del juego y se regodeó varias veces con jugadas llenas de toques hasta llegar al área neozelandesa pero sin ser efectivo, más allá de un disparo al poste de Luis Romo, si bien en el segundo tiempo sí encontró las redes rivales.

Pero antes de que el Tri consiguiera dos goles más en este cotejo, lo malo fue que Julián Quiñones salió lesionado al 52′ por un tema muscular y es duda para el juego ante Canadá el próximo martes. En su lugar, entró un siempre acelerado César Huerta, quien fue el autor del segundo tanto mexicano.

Un minuto después de su entrada al campo, el jugador de los Pumas encontró el 2-0 para México, al rematar dentro del área un centro raso de Luis Romo que vino desde la zona de la derecha, otra vez ante la nula marca de Nueva Zelanda.

Y para cerrar la obra, una jugada entre Orbelín Pineda y Luis Romo, terminó con un remate del mediocampista de Cruz Azul, para marcar el 3-0, resultado que a la postre fue el final en este cotejo, en el que México simplemente no tuvo rival.

Un par de minutos antes de terminar el juego, Luis Chávez también salió lastimado, por lo que habrá que ver si se recuperará para el siguiente cotejo ante Canadá que será en Dallas el próximo martes, en un encuentro que seguramente le será mucho más complicado a Javier Aguirre, quien por ahora, tuvo un día de trámite en su vuelta al Tri.

Por último, para este duelo en el Rose Bowl se presentó una muy pobre entrada con apenas poco más de 25 mil aficionados, en un inmueble al que le caben casi 90 mil personas, por lo que la afición no acompañó a la Selección en este nuevo comienzo rumbo al Mundial 2026.