PATRICIA RAMÍREZ
Foto: Cuartoscuro
Especialistas de la Universidad Autónoma de Querétaro desarrollaron la app Caminamos Juntas, con el objetivo de reportar de forma anónima las zonas donde se presenció o se fue víctima de acoso callejero y así localizar las zonas más seguras en Google Maps.
La aplicación implementada por Sandra López Ríos, psicóloga, y la ingeniera en software, Priscila Peralta Martínez, funciona para georeferenciar los informes de situaciones de acoso que van desde la percepción de inseguridad, recibir comentarios incómodos, miradas lascivas hasta contactos no permitidos y persecuciones.
La Fundación UNAM precisó que en todas las notificaciones se puede incluir un testimonio para dar detalles de lo que ocurrió y además, permite ver el mapa a modo de semáforo (amarillo, naranja y rojo) para indicar la gravedad de las acciones que ocurrieron en cada zona.
“Con este proyecto pretendemos obtener datos de dónde ocurren estos actos violentos y de esta forma presionamos a las autoridades para que puedan visualizar con números lo que sufren a diario miles de mujeres en todo el país”, comentó Peralta.
Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2022 (Inegi), 45.6 por ciento de las mujeres han sido agredidas en el espacio público al menos una vez en su vida en México.
El reporte indica que, del total de agresiones, 42 por ciento han sido de tipo sexual; violencia en la calle o parques 64.8 por ciento; agresiones en transporte público 17.8 por ciento; resaltando que más del 70 por ciento de sus agresores son desconocidos.
“El acoso callejero periódico viene por parte de una persona desconocida, más de un hombre hacia una mujer (niñas, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad), teniendo connotaciones sexuales hacia la víctima, afirma Ríos.
La psicóloga explica que el sufrir acoso desde niñas genera a nivel psicológico crisis de ansiedad, otras viven una especie de estrés postraumático, e incluso, cuestiones relacionadas con la paranoia.
A nivel social: Tienen problemas de movilidad, pues está registrado que las mujeres hacen recorridos más largos, usando medios de transporte distintos a los que usan los hombres; evitando ciertos horarios y zonas; por temas como la iluminación o la cantidad de personas que lo usan.
A nivel económico: Las mujeres cambian sus opciones de transporte, usando más los privados o ciertas aplicaciones específicas para y por mujeres; buscando diversificar rutas, aunque eso implique gastar más.
“Esta realidad limita su libertad y su capacidad de participar en la educación, el trabajo y la vida pública; dificulta el acceso a servicios, actividades culturales y recreativas, empeorado negativamente a su salud y su bienestar, agregaron.
Caminamos juntas tiene presencia, hasta ahora, en 21 estados de la república, con al menos unas 4 mil descargas; además que también puede usarse desde cualquier lugar del país y del mundo.
