Es necesario replantear desde el gobierno federal la alimentación de los mexicanos, más aún de los menores, regresando a las dietas prehispánicas, evitando el consumo de alimentos ultraprocesados, pero “principalmente de la otra droga que afecta a la población, el azúcar, que es muy adictiva“, aseveró el especialista en obesidad y director de la clínica de Medicina Metabólica, Luis Dorado.
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En el marco del día mundial de la Alimentación que tiene como lema este año: “Mano de la mano por unos alimentos y un futuro mejores”, aseguró en entrevista con Ovaciones, que no se trata de no consumir papitas y demás frituras, tal vez una vez a la semana, pero que eso no se convierta en la alimentación fundamental de los mexicanos, como pasa en la actualidad.
Recordó que cada 16 de octubre desde 1979, por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Alimentación y la Agricultura (FAO), se conmemora a la Alimentación, y se establece esta día para generar conciencia sobre el hambre, garantizar una seguridad alimentaria, porque hablar de alimentación global conlleva a varios conceptos como el que la alimentación es un derecho humano y universal, que debe considerarse como un derecho digno.
“No debemos nada más alimentarnos porque el estómago tiene hambre, sino que tenemos que alimentarnos de una forma adecuada“, aseveró Dorado.
Señaló que se debe entender que los problemas globales generan contradicciones, ya que por un lado “se vive una hambruna de 700 millones de personas, y en el otro lado del espejo de esta situación es la malnutrición, donde en México hay desnutrición y hambre, y también obesidad y sobrepeso“; y ello tiene que ver con la calidad de la alimentación que tiene el mexicano.
Ello, indicó el especialista, tiene que ver con una cuestión de marketing, estrés laboral, sedentarismo tanto por tiempos de traslado como por el trabajo, producción de alimentos ultraprocesados y excesivamente calóricos con publicidad “engañosa”, y que desde hace muchos años se hizo de lado una dieta prehispánica, rica en alimentos naturales, balanceada, con proteína, granos y vegetales.
Al mismo tiempo, señaló que hay una buena parte de la población que mexicana que padece de hambre, al no obtener los recursos necesarios para la compra de los productos necesarios para una comida nutritiva.
“Entonces, por un lado, tenemos consumismo; por otro, hambre; por otro, calidad de alimentos y desperdicios de los mismos, que tiene un impacto en el cambio climático y en la producción de CO2, todo un problema complejo”.
Dorado insistió en la necesidad de aplicar impuestos a las bebidas endulzadas (IEPS) para tratar de reducir su consumo, y que desde el gobierno por medio de la educación se debe intentar romper el círculo vicioso que provoca el marketing de la comida rápida, para provocar una reducción de la pandemia de la obesidad y del sobrepeso, que ya satura el sistema de salud con enfermedades relacionadas con la diabetes como deficiencia renal, ceguera y amputaciones.

Foto: Arte en Canva 


