Haciendo entregado el gobierno federal el paquete económico para 2026, la iniciativa privada externa su preocupación por el camino que siguen las finanzas públicas del país, pues observa que el gobierno mantiene un pronóstico de crecimiento para 2026 de 2.3% (puntual) que contrasta con las señales de un debilitamiento de la actividad económica.
TE PUEDE INTERESAR: Se deben revisar con cuidado leyes que regulan transporte de gas: Morena
A ello se suma la incertidumbre que genera la sostenibilidad de los ingresos, y ante la creciente necesidad de recursos para programas sociales, se está limitando la consolidación fiscal que se mantendrá por arriba de 4.0% el próximo año, cuando el gobierno estimaba que en 2025 se alcanzaría el 3.9 por ciento.
Con lo anterior, no se descarta que la economía mexicana podría regresar, otra vez, durante el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, a la dependencia de la venta de petróleo crudo para obtener ingresos, así como al aumento de impuestos de 10% como el IEPS (impuesto especial a productos y servicios).
El gobierno estima un incremento de 5.7% en los ingresos tributarios, en donde la recaudación por concepto de ISR crecería 2.5%, la de IVA 3.6% y la de IEPS 10.0%; “obviamente, esto se cumplirá si el consumo y la inversión se recuperan rápidamente”.
Aunque todo eso no sería suficiente para lo que se ha proyectado hacer y por ello, ya se estima que en los primeros dos años de esta administración su deuda alcanzará los 2.8 billones de pesos, prácticamente el doble de lo que se observó en el mismo periodo del sexenio anterior, señala el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
De esta forma, señala en su análisis semanal, que para los ingresos petroleros se anticipa un aumento importante de 20.2%, apoyado principalmente en la estimación de una mayor plataforma de producción de crudo.
La Secretaría de Hacienda estima una producción de 1.8 millones de barriles diarios, “la cual parece optimista en virtud de que la producción petrolera está cayendo y no parece aún haber alcanzado un piso o estabilizarse”.
En este tenor, el CEESP considera que no hay duda de que un aumento de los ingresos es favorable, “pero lo sería más si su origen se apoyara principalmente en el ritmo de crecimiento de la economía. Crecer 2.3%, aunque supera todos los pronósticos, parece complicado si se observa la tendencia a la baja que mantiene la inversión y el ritmo de avance de la economía en los últimos dos años”.
Por lo que, dada la mayor necesidad de recursos públicos como consecuencia de los crecientes programas y proyectos prioritarios del gobierno, éste propone un aumento de 5.9% en el gasto total, porcentaje que difiere con la disminución de 3.9% propuesta en los Precriterios que se presentaron en abril pasado.
Agrega que, a su interior, el gasto programable crece 4.9%, dentro del cual la mayor asignación de recursos se hará a través de la Secretaría del Bienestar (675 mil millones de pesos) que aumenta 12.4%, en línea con los objetivos de la política social del gobierno.
Con base en estas cifras se propone un déficit total de mil 587 miles de millones de pesos, equivalente al 4.1% del PIB, solo dos décimas de punto porcentual por debajo del previsto para este año, pero aún por arriba del objetivo inicial para 2025 de reducirlo a 3.9 por ciento.
Con lo anterior, “a pesar de que a primera vista el Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos muestran un escenario con el objetivo de reducir el déficit, es claro que los esfuerzos son insuficientes. Apoyar el aumento de los ingresos principalmente con medidas recaudatorias, en lugar de un mayor ritmo de crecimiento y mantener el incremento del gasto como consecuencia de mayores programas sociales, podría no ser un escenario estable para el mediano y largo plazos”, señala el CEESP.
Y puntualiza que “las autoridades consideran que la economía mexicana seguirá mostrando resiliencia gracias a la fortaleza del consumo de los hogares, la inversión nacional y la posición estratégica del país en las cadenas globales de valor. No obstante, estos elementos muestran un debilitamiento que podría extenderse el próximo año, lo que parece estar en línea con el bajo ritmo de crecimiento que se prevé a pesar de su modesta corrección al alza por parte de las autoridades”.

Foto: Cuartoscuro 


