Al celebrar el día del perro, especialistas aseguraron que los canes ayudan a la salud física y emocional de las personas sin importar si son de raza pura o mestizos, “la muestra más reciente se tuvo durante la pandemia”.
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De ahí que la académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, Ylenia Márquez Peña, sugiere a quienes están por adquirir un perro, ver la adopción como su primera opción.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México se contabilizaron 25 millones de hogares en los que entonces vivían 80 millones de animales de compañía, 43.8 millones de estos, es decir, 57%, son perros.
Aseveró que para favorecer esta práctica, hay que acabar con mitos, por ejemplo, como el que los animales de raza pura pueden ser más inteligentes; “no es así, los mestizos lo son, igual que cualquier raza”, aseguró.
Comentó que adoptar proporciona “un plus”, la satisfacción de retirar a un animal de la calle y ofrecerle un hogar, subraya la universitaria con motivo del Día Mundial del Perro, que se celebró el 21 de julio.
La especialista en Medicina Veterinaria y Cirugía para Pequeñas Especies explicó que la adquisición de determinadas razas está asociada a la estética, a satisfacer el “gusto humano”, lo que ha generado un boom en la comercialización de las braquicéfalas –tipo pug, los Boston terrier y el bulldog inglés-, pero presentan malformaciones y pueden vivir enfermos toda su vida.
“Se han diseñado con cabeza y ojos grandes, nariz pequeña, parecidas a la fisonomía de un bebé. Son características que llamamos pedomórficas, que nos hacen enternecer, pero que se han explotado desde la mercadología para crear y promoverlas”, señaló.
Suelen tener malformaciones cardiovasculares, de las vías respiratorias, en la base del cráneo o el sistema nervioso, así como alteraciones en la piel. Estamos creando ejemplares enfermos a partir del nacimiento y que a lo largo de su vida tienen demasiado sufrimiento, remarca.
La experta de la UNAM comentó que quienes los adquieren generalmente no saben de las complicaciones que enfrentarán y les demandarán gastar en servicios veterinarios de manera recurrente. “Tendrán un paciente enfermo de por vida, no es normal que respiren así, que no puedan enfrentar temperaturas cálidas o que con el frío son de los primeros en enfermar”, advirtió.
Por ello recomienda que si se va a integrar un perro a un hogar -ya sea mestizo o de raza pura- se tenga una asesoría previa con un médico veterinario, quien ayude a analizar cuál es la mejor opción dependiendo, por ejemplo, del lugar en donde se vive -departamento o casa-, si los futuros dueños trabajan demasiadas horas al día. Incluso, los puede dirigir con asociaciones que otorgan en adopción.
Ser un tutor responsable implica saber qué es una posesión así, y debe analizarse bien antes que ceder a un golpe emocional de ternura, reiteró.