Diana Flores, la ‘Mahomes mexicana’ que miraba a los Steelers por televisión

MARTÍN AVILÉS Foto: @NFLFootballOps Cuando Diana Flores era niña, pasaba los domingos frente al televisor junto a su papá. Desde el 15 de enero de 1967, cuando se transmitió en México el primer Super Bowl de la historia entre Green Bay y Kansas City, fue tal la aceptación que comenzaron a pasar los juegos de

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MARTÍN AVILÉS

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Cuando Diana Flores era niña, pasaba los domingos frente al televisor junto a su papá. Desde el 15 de enero de 1967, cuando se transmitió en México el primer Super Bowl de la historia entre Green Bay y Kansas City, fue tal la aceptación que comenzaron a pasar los juegos de los Dallas Cowboys semanalmente por la televisión abierta. Y así inició esta añeja tradición que la familia Flores acogió religiosamente hasta provocar que aquella entusiasta pequeña se convirtiera en la actual capitana de la Selección Mexicana de Flag Football luego de que el ovoide le robara el corazón a principios de este siglo.

Cuando era joven, Jaime Flores jugó futbol americano con las Águilas Blancas del Instituto Politécnico Nacional. Ahí aprendió que con esfuerzo y humildad se pueden conseguir cuantas metas se propongan. Y por eso quiso que su hija se inmiscuyera en ese mundo a la espera de que a través del juego se convirtiera en una mejor persona.

“Este deporte me dejó muchas emociones. Mucha disciplina, fuerza, muchos valores. Quería que Diana lo experimentara. La llevé al flag football y se enamoró del juego cuando tenía siete años, se emocionó, y ahí empezó todo. Con niñas más grandes”, dijo Jaime Flores a Ovaciones. “No le daba miedo, el coach decía que podía entrenar, pero no jugaría con niños más grandes, pero de repente la metió. Ella ya tenía esa garra, tomó el balón y corrió. Hizo muchas cosas, nos dio mucha alegría verla disfrutar. Así empezó. Con mucha fuerza, garra y alegría”.

El ovoide se convirtió en la obsesión de Diana. Cada domingo al mediodía se ponía cómoda para pasar el resto del día frente a la televisión. Atestiguó las hazañas de Tom Brady y Peyton Manning, a quienes admiró hasta el último momento de sus carreras, pero fue siempre fiel a los Pittsburgh Steelers, equipo al que su padre le inculcó su afición.

“El futbol americano siempre lo hemos visto desde que ella era chica. Le vamos a Pittsburgh, la familia es de Pittsburgh. Ella siempre ha admirado a los quarterbacks, Brady, Manning; realmente los ha admirado. De Pittsburgh (admira), el equipo en general. Eran su inspiración y quería emularlos. Pero de chica no tenía una figura deportiva a seguir”, comentó.

A sus 8 años, la nacida el 28 de septiembre de 1997 conoció el flag football por primera vez. La pequeña Diana quedó cautivada tan pronto su padre la llevó a un entrenamiento de las Águilas Blancas, donde él alguna vez jugó.

“Yo quería que viviera esto. Ya estaba involucrado yo en el deporte, cuando mi esposa vio que iba a jugar americano, estaba esperando, a ver cómo reaccionaba, pero cuando vio el gusto de ella, ya era apoyarla”, mencionó el orgulloso padre.

 

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“Fue difícil el inicio, yo no sabía muchas cosas de este deporte y me fui empapando. Trataba de que ella estuviera bien, de todo, siempre estuve muy cerca de ella y respeté lo que a ella le gustaba. Todo bien”, añadió su madre Josefina Arenas, a quien en un principio, su esposo no le contó que Diana entrenaba tochito.

Aquella visita a los entrenamientos del equipo del coach Julio Caña, la llevó a convertirse en ganadora de la medalla de oro en los World Games 2022 años más tarde y a obtener una fama mundial, al ser protagonista de un anuncio de la NFL en pleno Super Bowl LVII. Todo ello, gracias a una versatilidad única como quarterback, cualidad que pulió al alternar jugadas aprendidas viendo televisión con la práctica.

“Diana es muy versátil. Como jugadores que ella vio, se asemeja a los jugadores actuales. En este caso a Patrick Mahomes, quarterbacks que corren y son dinámicos. Se parece más a ese tipo de juego que a los anteriores. Ha revolucionado al flag football. Se parece más a los quarterbacks actuales”, aseguró el padre.

Con 25 años de edad, la egresada de Mercadotecnia y Comunicación en el Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe vive un sueño del que no quiere despertar. El 24 de mayo pasado, la capitana de la selección mexicana de flag football se convirtió en la primera mujer en aportar su indumentaria al Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional en Canton, Ohio. Su jersey y balón utilizados en el comercial transmitido al medio tiempo del último Super Bowl fueron exhibidos en el museo, para enaltecer el papel de las mujeres en el deporte.

“He sido muy bendecida desde que inicié mi carrera en este deporte. Estoy muy agradecida por todas las mujeres que estuvieron antes que yo, porque abrieron puertas, me siento orgullosa por representar a las mujeres en el deporte y al flag football. Estoy convencida que los niños y niñadas tendrán más oportunidades de alcanzar su sueño”, dijo Diana.

Fue en junio de 2022 cuando Diana causó una efervescencia tal, que a la fecha se mantiene tan burbujeante como cuando lideró al equipo mexicano a ganar la medalla de oro en los World Games, tras vencer en la final a Estados Unidos. Pero desde antes, ya avisaba su erupción.

 

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“Diana en este deporte siempre ha destacado, desde que tenía 10 u 12 años, ya la identificaban. Era una niña muy talentosa. Por eso ha ido a jugar en Estados Unidos, desde esa época ya tenía mucha visión en el flag. Más grande fue becada en el TEC de Monterrey, ganó todos los campeonatos y el deporte le ha abierto muchas puertas desde pequeña. Ahorita está centrada en esto de la NFL. Vive cosas que nosotros ni sabíamos. Sabíamos que ella iba a ser campeona mundial, pero no todo lo que está pasando”, recordó Jaime Flores.

Ahora, Diana luchará junto con sus compañeras para intentar que el tochito bandera se convierta en deporte olímpico, una meta ambiciosa, mas no imposible para una mujer que ha sabido romper todas las barreras y estereotipos.

“Les diría a las mamás que se den la oportunidad de acompañar a sus hijos, que les den la seguridad que necesitan y disfruten lo que hagan. Siempre hay algo que celebrar, porque tu hijo es grande y no sabes hasta dónde puede llegar tu hijo. Animarlas a que siempre tengan su apoyo”, puntualizó la madre.